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mada en un pequeño opúsculo dedicado a la Virgen de Montiel, titulado Histo– ria, Novenas, Favores y Montielerías de Nuestra Señora de Montiel, venerada en su ermita de Benaguacil, y que en 1934 alcanzaba la tercera edición. Residía en el convento de Massama– grell (Valencia), cuando se desencadenó la persecución religiosa de 1936 en Es– paña, se refugió en casa de la Sra. María Orts Lloris, en Vinalesa. Deseaba, en su escondite, morir por Cristo dentro de la Iglesia Católica. "No tuvo reacción con– traria al martirio - manifiesta la Sra. Ma– ría Orts- , sino, por el contrario, tenía an– sias de morir por Cristo. Su reacción era pues de gran serenidad y de valiente áni– mo ante el peligro que corría. 'Me mata– rán, decía, pero a vosotros no os pasará nada', como sucedió efectivamente". Fr. Ambrosio de Benaguacil En Vinalesa sería arrestado la noche del 24 de agosto de 1936. Conducido en un coche hacia Valencia, aquella misma noche sería asesinado. En ese momento -cuenta la Sra. María- que: "Nos encar– gó al despedirse el Siervo de Dios que rezáramos para que él no retrocediese en su camino. Los milicianos iban ar– mados con fusiles y ametralladoras. El P. Ambrosio, de nuestra casa, fue lleva– do al Comité de Vinalesa para el inte– rrogatorio. Una hora después le lleva– ron al lugar del martirio. En el camino, me consta, le insultaron y maltrataron, imputándole el delito de haber predica– do en Benaguacil un sermón contra el comunismo. A lo que el Siervo de Dios contestó: 'Yo sólo he predicado la doc– trina de Dios y el Evangelio'". ' 17