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l. VISIÓN CRISTIANA DE LA HISTORIA EN SUS TEXTOS Preámbulo Antes de presentar los textos que den a conocer la visión cristiana de la historia, parece oportuno hacer este preám– bulo aclaratorio. Punto de partida del mismo es la decla– ración de Pablo VI, vinculándose al Concilio Vaticano 11, en pro de una «teología concreta e histórica, centrada en la historia de la salvación». Por comentario a la misma acotamos lo escrito en nues– tra obra, Presupuestos filosóficos de la teología de la historia (Zamora, 1975, pp. 15-16): «Estas palabras programáticas del Papa, vistas a la luz del desarrollo del pensamiento cristiano de los últimos siglos, motivan gran satisfacción y, al mismo tiempo, honda pena. La satisfacción dimana de advertir que la conciencia cristiana, representada por su máximo jerarca, se siente preocupada por la historia. La pena brota al constatar que son muchos los siglos en los que el pensamiento cristiano había casi marginado el tema de la historia del campo de sus investigaciones. Esto es más de lamentar por cuanto el genio de San Agus– tÍn dejó plasmado un magnífico programa en su De Civitate Dei. Pero este programa fue uno de los temas aho– gados por la gran metafísica griega, polarizada en de– masía a las esencias y valores intemporales en una visión filosófica abstracta y, en ocasiones, meramente conceptual. Tan sólo historiadores de segunda fila, como Ruperto de Deutz, Otón de Frisinga y el apocalíptico exaltado Joaquín de Fiore, se preocuparon en la Edad Media del tema de la historia. Los grandes teólogos, vinculados al método aristotélico de la ciencia, la descuidaron. Por ex– cepción, reflexionaron algunos de ellos sobre la misma, como San Buenaventura y el cardenal de Cusa. Pero nun– ca ésta vino a ser el centro de sus preocupaciones teoló– gicas». Este texto apretado resume el historial pobre y defi– ciente de la visión cristiana de la historia durante largos siglos. Triunfó dentro del gran pensamiento cristiano me– dieval el espíritu de sistema, heredado del pensamiento grie– go, sobre el sentido bíblico de la historia. No mejoró la situación en la edad moderna, pese al grandioso discurso de Bossuet, muy deficiente en sí y mal utilizado por 6 SUPLEMENTOS ANTHROPOS/26