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_______________ 111. DOCUMENTACIÓN este libro. Se prolonga en otros dos: La filosofía de la his– toria desde el Renacimiento hasta el s. XVIII y La filosofía de la historia de Nietzsche a Toynbee. FERRATER MORA, José Cuatro visiones de la historia universal Buenos Aires, Ed. Sudamericana, 19583, 155 pp. Selecciona cuatro filósofos que significan cuatro direccio– nes en la interpretación de la historia: la cristiana de S. AgustÍn, la renacentista de Vico, la racionalista de Voltai– re y la absolutista de Hegel. Se las llama «visiones» y no filosofías, porque, una vez desplegadas se advierte que en alguna han influido motivos extrafilosóficos. Objetividad y diafanidad de exposición. Frente a Dujovne, diferencia el pensamiento hebreo del cristianismo, no por su conte– nido sustancial, sino porque el pensador hebreo, al no te– ner contacto con la cultura griega, vivió la historia como historia universal, pero no se le ocurrió desarrollar inte– lectualmente esta concepción. KESTING, Hanno Geschichtsphilosophie und Weltbürgerkrieg. Deutungen der Geschichte von der Franzosischen Revolution bis zum Ost-West-Konflit Heidelberg, Winter, Universitatsverlag, 1959, XXIV-328 pp. Describe las formas, direcciones y tendencias del pen– samiento historiosófico desde el s. XVIII hasta nuestros días. Para no aislar la filosofía de la Historia de la reali– dad social y política, la relaciona con sucesos históricos y sociales: revolución francesa, burguesía, proletariado, fascismo, bolchevismo, americanismo, etc. Método uni– lateral, de modo reflejo y por sistema, pero objetivo. No– table aportación actual a la filosofía de la Historia. Insiste poco en relacionar filosofía de la Historia y sistemas filo– sóficos. MEINECKE, F riedrich El historicismo y sus génesis [«Die Entstehung des Historismus»] Trad. J. Mingarro y San MartÍn; T. Muñoz Molina México, FCE, 1943, 524 pp. Describe la evolución de la cultura europea desde la Ilus– tración -esquema inmóvil de verdades eternas y derecho natural- hasta la movilidad romántica, en que hasta el derecho natural cede al positivo, expresión del «Volksgeist». Considera que «la médula de la historicidad radica en la sustitución de una consideración generalizadora de las fuerzas humanas históricas por una consideración indi– vidualizadora». Vale el historicismo aplicado al estudio de los pueblos, pero no su secuela relativista. Vige el dere– cho natural en el s. XX. Por eso nos sentimos más cerca de la Ilustración, a pesar de su no a lo sobrenatural, que de los historicistas. Excelente exposición, pero inacepta– ble para los que creen en valores eternos. 130 Comentarios bibliográficos _____________ WAGNER, Fritz Geschichtswissenschaft Friburgo-Múnich, Alber, 1951, VIII-468 Reflexión madura sobre la ciencia histórica. Expone las imágenes que de la historia se han forjado los diversos historiadores y los métodos seguidos. Viene a ser una his– toria de la filosofía de la historia. Las múltiples teorías históricas desde Hesíodo y H erodoto, siguiendo por los medievales hasta Troeltsch y Max Weber hallan reso– nancia en este manual. Hace hablar a los mismos histo– riadores, extractando los escritos que mejor revelan su mentalidad sobre la historia. Valiosísima bibliografía, se– gún temas y países. Los temas de la historia como ciencia y como filosofía se suceden indistintamente. Interesante para el historiador profesional y para el filósofo de la his– toria. TEOLOGÍA DE LA HISTORIA 1. Visión católica AGUSTÍN, San La Ciudad de Dios En: Obras de ,:"[262] vol. XVI (1948), 1.728 pp. Primera gran síntesis de teología de la H istoria, concebi– da desde la revelación cristiana: Primera parte: libros 1-X, contra los defensores del paganismo: como necesario para la felicidad del mundo (1-V), o como Útil para la otra vida (VI-X). Segunda parte: libros XI-XXII: origen (XI-XIV), desarrollo (XV-XVIII), y fin de las dos ciudades (XIX– XXII). Grandiosa concepción. Cristo, centro y meta de la Historia, rector de la «Civitas peregrina». Visión ético– religiosa, no social-política, como interpretó erróneamente el llamado «Agustinismo político». BUENAVENTURA, San Colaciones sobre el Hexaemeron o Iluminaciones de la Iglesia En: Obras de ''[747] vol. III (1948), pp. 176-658 Sobre el cristocentrismo histórico agustiniano la Edad Me– dia hace el paralelo entre el Antiguo y Nuevo Testamen– to y busca el simbolismo de las tres edades: la del Padre o la creación, la del Hijo o las siete etapas de AT y la del Espíritu Santo, desde Pentecostés al fin del mundo. Así Ruperto de Deutz, Otón de Frisinga, Hugo de San Víc– tor, Joaquín de Fiore. S. Buenaventura recoge y examina teológicamente estas ideas. Visión optimista de la Iglesia siempre creciente. Precursor de los que creen que el cris– tianismo se halla en los comienzos de su influencia histó– rica, como el P. Congar. SUPLEMENTOS ANTHROPOS/26

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