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_______________ 111. DOCUMENTACIÓN culturas son los verdaderos sujetos de la historia. Expone su propio pensamiento que conviene con otros en reco– nocer que las culturas se desarrollan cíclicamente y de un modo típico por el que se diferencian unas de otras. Como soluci6n a la crisis de nuestra cultura, a la que apellida «sensualista», propone el altruismo y el amor capaces de preparar una nueva cultura idealista que despierte las fuer– zas creadoras del hombre. Al no proponer un valor eter– namente válido, sucumbe al relativismo cultural. TOYNBEE, Arnold J. Estudio de la Historia [ «A Study of History»] Trad. J. Perriaux, M.R. Bengolea, V. Fatone, A.L. Bixio. Buenos Aires, Emecé, 1956, 9 vol. publ. Afán de síntesis. Camino más equilibrado que Spengler. El sujeto de la historia son las culturas, que él llama «so– ciedades». Centra la marcha de la historia -apartándose del biologismo- en la libertad. Fuerza motriz de la his– toria: el «desafío y respuesta»: los pueblos sienten las difi– cultades de su situaci6n como un «desafío»; medran y triunfan los que con su esfuerzo le dan una «respuesta»; sucumben los que carecen de fuerzas para responder. El pensamiento del autor declina cada vez más hacia un sin– cretismo de culturas y religiones. Relativismo cultural y juicios infundados sobre la historia del cristianismo, aun– que de aciertos innegables. La traducci6n que reseñamos constará de 11 vols.; el último publicado es de 1962; de los vols. I, III y IV hay 2ª ed. del II, 3ª ed. El original inglés (L/NY/Toronto, Ox. Univ. Pr., 1955) consta de 10 vols. D.C. Somervell ha hecho un resumen en 2 vols. de la obra aprobado por el autor (L/NY/Toronto, Oxford Univ. Pr., 1956 6 -1957, 2 vols, 615; 414 pp.); de este resu– men también ha publicado Emecé la traducci6n. 4. Agentes y leyes de la historia BURCKHARDT, Jacob Weltgeschichtliche Betrachtungen Fráncfort Ullstein, 1960, 207 pp. Tres son los grandes poderes motores de la historia: esta– do, religi6n y cultura. Los dos primeros, estáticos, funda– dos en la necesidad política y metafísica del hombre. El tercero, dinámico y movible. Actúan sobre el hombre, úni– co responsable de la historia, con su preocupaciones, pasiones, etc. La historia es un trenzado de diversos ele– mentos en lucha que forman la esencia de lo hist6rico que es la continuidad de los sucesos que en ella tienen lugar. Inc6gnita indescifrable el principio y fin de esta conti– nuidad, de la que no ha de preocuparse el historiador. El autor es escéptico ante el sentido de la historia y su por– venir. Pero entrevi6 el nihilismo mecanicista y multitu– dinario de hoy. Aunque dudamos si anticip6 algún remedio a esta dolencia que pronostic6. 126 Comentarios bibliográficos _____________ CUESTA, Salvador, S.J. Las fuerzas motrices de la historia: ¿generaciones o estirpes? (A la luz de la doctrina agustiniana). Teoría de las estirpes como causa y contenido de la historia Augustinus, I (1956), 331-361; II (1957), 475-507. Respuesta desde la filosofía tradicional al problema de las generaciones. Demasiado esquematismo en el análisis de la tesis de Ortega propugnada por Marías. Para el autor es más primordial y decisivo el concepto de estirpe en la marcha de la historia. Con él se subraya la enorme fuerza que tienen en la historia los elementos transmisores, no s6lo de la vida, sino de una determinada cultura. Cree– mos que ambas posiciones no son contrarias, sino com– plementarias. No se puede negar ninguno de los dos elementos. Lo difícil es determinar en cada situaci6n his– t6rica cuál de los dos factores es más decisivo. HAECKER, Theodor El cristiano y la historia [«Der Christ und die Geschichte»] Trad. M. Garrido, Madrid, Rialp, 1954, 169 pp. Se ha presentado este libro como un nuevo «discurso del método» de la historia. Parece excesivo. Pone al cristiano ante ella para que con su raz6n y su fe ilumine sus pro– blemas. No deslinda lo que nos dice la razón y la fe sobre la historia; con ello acrece el interés pero pierde calidad científica. Toca de modo poco orgánico y sistemático casi todos los grandes temas de la filosofía de la historia. Lo más importante: los agentes de la historia: Dios, el ángel malo y el hombre. Libro digno de seria lectura, pero de– masiado influido por Pascal y Kierkegaard. «Escatologis– ta» en contra de los «incarnacionistas». LE BON, Gustave Bases científicas de una filosofía de la historia [«Bases scientifiques d'une philosophie de l'histoire»] Trad. F. García, Madrid, Aguilar, 1931, 279 pp. Análisis de psicología de multitudes aplicado a fifosofía de la historia. Tendencia materialista-científica. Formula leyes his– t6ricas como si fueran científicas en el sentido de ciencias naturales. Laicismo que le lleva al desprecio de toda teolo– gía. Idolatría por el progreso de la ciencia muy a lo siglo XIX. «Los elementos fundamentales de la vida social: ins– tituciones políticas, propiedad, familia, etc, siguen una mar– cha tan rigurosa como la de una ínfima célula hasta llegar a ser una encina. El estado presente de un pueblo está de– terminado por la sucesi6n de sus estados anteriores.» LOMBARDI, Ricardo La Historia y su Protagonista Trad. del italiano por J. Roig Gironella, S.J., y J.M:1 Vélez, Barcelona, Atlántida, 1952 2 , 236 pp. Ni el materialismo atomista, ni el idealismo panlogista, ni el materialismo histórico dan la clave de la marcha de SUPLEMENTOS ANTHROPOS/26

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