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( 49) LOS CO:\"YENTOS DE RETHW EN LA ORDEJ\; CAPUCIIIN-\ 175 Se comprt>nde que al lado de esta Yida inLPnsa dP piedad, auténtieanwnte franciscana, no podía por menos <le flort."cer y fomentarse el celo apostólico. En estos <·Pnlros, Lal y como fue– ron primero ideados y después perfilados en las ordt'naciones del P. Pablo de Colindres, se distinguen dos aspectos funda– mentales: uno moná6tico y otro apostólico. Los miemhros de aquellas comunidades no debían sólo psmtffarse a porfía n1 cum– plir con Loda fidelidad las práeticas de piedad y Lodas las ohser– ' ancias de la vida religiosa, sino <JUP ademáf, <lehían poner em– peño especial en preparan;e para las ohrai,; de apostolado y ejer– <'itarlo en el púlpito y en el confesonario. en la enseñanza dt' la dol'lrina erisliana ,,. l'Il la asisteneia a enft'l'mo,; Y morihun– drn,, etc.; de modo q~,e fueran un <·entro ~rrndiado; df' espiri– tualidad y apostolado. PPr<) Fi en Ef'pafia no eahía objeiar falla de aetiYidad apostólica a los particforios tlel convento de ReLi– ro, pues era a todas luees manifiesto <1ue no sólo se denominaba colegio df' Misioneros, sino que en realidad era un vivero de ilm;tres predi<'adores, eonocidos y aprt'ciado8 por todos; no 1-u– eedía lo mismo en !Lalia. t'n donde loi; n•µ.-lamento1- no contie– nen normas particulares fiohre la labor 11tÍÚoi1t'ra ) apostó1ica. í, en pfeelo, una de la;; objeciones presentadat-i ¡,m· les a<1ver– barios de la instituei6n y que más iuerza hada l'n lo;; sPµ:lareh, lan acostumhrados y afi<'ionados al múltiplt' ,:pm-tolado dt' los Capuehinos, na la de pintar y deseril:ir los eonvt•ntos dP Re– tiro como refuiáo de ociosos o cuando menos eomo asilo de almafi ('Onte·mpl,~tÍ\a13, <lespreoeupada,, en un lodo de a:miar a sus prójimos con las o]iral'i de mise1i!'ordia ,. inieiatiyas df' aprn•– tolado. Mas los hechos demoblrnron lo contrario y no fué muy difíeil a los promotores <lesengañar a loi; mal intencionados que propagaban estas falsas y alarmantes noticias. Tanto el Minis– tro provincial Félix de Ror,;alíjt en 1m informe Jlrl'H'ntado en 1778 al ohispo de Nicaslro !Jte le había lwcho esta insinuación y en nombre del RPy de Nápoles le pedía explica.. ionps"", como el P. Jesualdo de Reµ:µ:io en carias dirigidas u los superion•s de la provincia <lf' Calahria y a sus amigos 3 \ demostraron cómo lofi religiosos se dedicaban de continuo a predicar sermones suel– tos, advientos, cuaresmas, ejereicios espirituales de ocho y diez días a los seglares que al efeeto se retiraban al convento y a las monjas en sus monasterios, a visitar a los enearct'lados, pn– fermos y moribundos, a e11sPñar el eateeismo no sólo por los pueblos sino a los mismos pastores perdidos por los montes. 34 Había sido elegido provincial el 6 de julio de 1777 y en mayo de 1782 fué promovido al cargo de definidor general. Cf. FELJCE DA MARETO, Tavole dei capitoli gcnerali, 234 s. 35 Cf. GESUALDO DA REGGIO, Epistole II, 664. 36 Al P. Luis de Reggio (2 oct. 1770), al P. Bruno de Simbario (3 enero 1779), a otro religioso (14 fehr. 1779). Cf. GESUALDO DA REGGIO, Epistole II, 350. 684. 698.

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