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152 P. l\1ELCHOU DE POBLADUUA (26) des en la comunidad capuchina de Antícoli (Fiuggi) y la Santa Sede exigió a los Superiores de la Orden que se mudaran los miembros de la misma. Los amigos del P. Querubín en el De– finitorio gPneral quisieron aprovPchar tan feliz como inesperada coyuntura para establecer allí el proyectado convento de Re– tiro; mas la idea fracasó de nuevo. Estos contratiempos hacían cada vez más delicada la situación del P. Querubín con sus su– periores inmediatos, quienes vigilahan atentamente su conducta y ponían cortapisas a sus movimientos. Como consecuencia, aquél pidió y obtuvo su traslado a la provincia <le Umbría". Cambió domicilio, pno no renunció a sus aspiraciones; antes bien con sus cartas a amigos y simpatizantes mantPnía siempre viva la llama del ideaf'. En mayo ele 1761 la situación tuvo un cambio radical. El P. Querubín había redactado un mf'morial para presf'ntarlo a los vocales de.J eapítulo general que se cf'lehraha en Roma por aqudlm; feehas y lo había comunicado a otras provineias buscan– do su apoyo, pues no dudaba que el número de los solieitantt'S podía indinar la halanza a su favor". Pno aquella medida de prudencia no fué ne<'esaria. A¡wnas se enteró dt' que había sido elPgido el P. Pablo de Colindres, le pidió autorización para trasladarse a Roma y continuar el hilo de las interrumpidas gestiones. Y sin pérdida de tit'mpo se trasladó a la Capital. En t'l nws de septiembre He encontró con los Supniores de la pro– vincia Romana reunidos t'n <lPfiniei<Ín y, sin eonferir con ellos. se entemfü, direclanwnlt' con el P. Gen~'~al. Los dos de acuerdo: eonvoearon al guardián de Cittadueale, P. Juan Carlos de Massa Dueale, notable por 1,u austeridad y espíritu <le oración' y con– fülente del P. Qunuhín. El resultado de PSlos coloquios n·ser– vados fué que el P. Pablo de Colindres, e< a pesar de que - como con cierta complacencia observa el analista de Ro– ma -- todos los definidores generales opinaran lo contrario)), orden<> que los partidarios de la iniciativa se reunieran en Cit– taducale, << aunque sin Lítulo alguno de Retiro o Reforma )>8. A principios de octubre quedaba formada la comunidad con el P. Juan Carlos por guardián y el P. Carlos Félix de Segni, vi- • 9 cano. 4 Cf.. ibid., 26. 28. 31. 5 El cronista de la pro..-inda de Lomhardía hace menc10n especial de la corresponde'ncia con el P. Miguel de Pamplona. Cf. Campione della provincia di Lombardia II, 25. 6 El ya citado cronista de Lomhardía dice que los religiosos de su provin– cia se contentaron con hacer una copia del memorial redactado por el P. Que– rubín para presentar al capítulo general. Cf. Campione della provincia di Lom• bardia II, 32. 7 Cf. AwYsrns A FonANO, op. cit., ad diem 19 oct., an. 1781. 8 Cf. Annali manoscritti V, 125. 9 Es el cronista de Lombardía quien afirma que se reunieron en Cittáducale a principios de octubre de 1762. Cf. Campione della provincia di Lombardia II,

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