BCCCAP00000000000000000000451

EDITORIAL Enrique Rivera de Ventosa 2/ANTHROPOS 122/123 ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA LA RECONSTRUCCIÓN CRISTIANA DE UN PENSAMIENTO DIALÓGICO, INTERCULTURAL Y VITAL, EN CONTINUIDAD CREADORA A cuantos amigos y peregrinos en la fraterna convi– vencia de la Historia encuentran en San Francisco, luz y senda, itinerario para la esperanza. La conjunción y agape de su compañía . A todos cuantos creen que un porvenir salvifico aguarda en las entrañas secretas de la temporalidad. Todo es gracia y libertad, porque en todo habita el Amor expansivo de las Personas... crean– do Otredad. Es propio de la persona humana el no llegar a un nivel verdadera y plenamente humano si no es mediante la cultura, es decir, culti– vando los bienes y los valores naturales. Siempre, pues, que se tra– ta de la vida humana, naturaleza y cultura se hallan unidas estre– chísimamente. [.. .] Las circunstancias de vida del hombre moderno en el aspecto social y cultural han cambiado profundamente, tanto que se pue– de hablar con razón de una nueva época de la historia humana. Por ello, nuevos caminos se han abierto para perfeccionar la cultura y darle una mayor expansión. Caminos que han sido preparados por el ingente progreso de las ciencias naturales y de las humanas, in– cluidas las sociales; por el desarrollo de la técnica, y también por los avances en el uso y recta organización de los medios que po– nen al hombre en comunicación con los demás. De aquí provienen ciertas notas características de la cultura actual: las ciencias exac– tas cultivan al máximo el juicio crítico; los más recientes estudios de la psicología explican con mayor profundidad la actividad hu – mana; las ciencias históricas contribuyen mucho a que las cosas se vean bajo el aspecto de su mutabilidad y evolución; los hábitos de vida y las costumbres tienden a uniformarse más y más ; la in– dustrialización, la urbanización y los demás agentes que pro– .mueven la vida comunitaria crean nuevas formas de cultura (cul– tura de masas), de las que nacen nuevos modos de sentir, actuar y descansar; al mismo tiempo, el creciente intercambio entre las di– versas naciones y grupos sociales descubre a todos y a cada uno con creciente amplitud los tesoros de las diferentes formas de cul– tura, y así poco a poco se va gestando una forma más universal de cultura, que tanto más promueve y expresa la unidad del género humano cuanto mejor sabe respetar las particularidades de las di – versas culturas. [...] Cada día es mayor el número de los hombres y mujeres, de todo grupo o nación, que tienen conciencia de que son ellos los au– tores y promotores de la cultura de su comunidad. [... ] [Gaudium et spes.] ¡Qué intensa será aquella felicidad , donde no habrá mal alguno , donde no faltará ningún bien , donde toda ocupación será alabar a Dios, que será el todo para todos! No sé qué otra cosa se puede ha– cer allí, donde ni por pereza cesará la actividad, ni se trabajará por necesidad. Esto nos recuerda también el salmo donde se lee o se oye : Dichosos los que viven en tu casa alabándote siempre.[ .. .] ¿Qué otra cosa dijo por el profeta en aquellas palabras: Seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo, sino: Yo seré su saciedad, yo seré lo que puedan desear honestamente los hombres, la vida,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz