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COMUNICACIÓN CIENTÍFICA Y CULTURAL Aun siendo de carácter independiente no pierde de vista el virtuosismo del si– glo XIX pero reniega de las armonías de Mozart (1, IV y V) , argumenta que se las puede arreglar muy bien sin tocar a Cho– pin en un recital y a Annette Essipova, su maestra de piano, la saca de sus casillas con su técnica revolucionaria. Tengamos en cuenta que después de la escuela de Liszt, Chopin y Thalberg, y de la ejecu– ción pianística romántica en general, no es hasta Debussy y Prokófiev cuando se vislumbran nuevos horizontes; por ello su estilo de interpretación nada ortodoxo le crea antagonistas. Le acusan de loco martillador, y en EEUU de «caos ruso» y de «bolchevique en el arte». Su marcada personalidad hace que en todos lugares se armen escándalos por su causa. En 1914, en el Premio Rubinstein, en lugar de tocar el concierto clásico prescrito dijo que interpretaría su propio concierto en Re bemol. Nos podemos imaginar la que se formó. Los directores del Conservatorio de San Petersburgo armaron un revuelo (¡y Prokófiev tam– bién!). Finalmente el músico se salió con la suya, tocó su concierto y encima ganó el concurso. Además en lugar de tocar un preludio y fuga del «Clave bien tem– perado» interpretó uno del «Arte de la Fuga». Como en Rusia (según él, claro) no le hicieron caso, se fue a EEUU. Allí da a conocer su música pero como concertis– ta no podía competir con los grandes de la época y esto unido al fracaso que en el estreno tuvo El amor de las tres naran– jas hizo que empezara a tildar a los críti– cos, empresarios y artistas americanos de conservadores que no sabían apreciar lo nuevo. Así que se trasladó a París don– de encontró en plenos años veinte un cli– ma intelectual y artístico favorable a sus composiciones. A partir de 1927 reapa– rece en Rusia y en 1935 vuelve a residir allí. Su música presenta problemas no tan– to de contenido o forma musical ya que elige formas de la tradición clásica (so– nata, concierto...), sino problemas histó– ricos. Crea un valor estético diferente. Para Lenin el Arte había de ahondar sus raíces en las masas obreras y pertenecer al pueblo para ser amado y así es como Zhdánov le acusa de que su música no es comprendida por los rusos. Prokófiev le contesta que él está influido por determi– nadas tendencias occidentales y se reco– noce culpalbe de atonalidad en determi– nadas ocasiones. Desde los cinco años en los que escri– bió música para piano su producción re– flejó sus progresos de ejecutante reno– vando el sonido cantabile de la dinámica continua y creando un sonido llamado percusivo en el que lo importante es el comienzo y no la duración del mismo. Los sonidos se cortan y es el oído del oyente el que debe construir el diseño. En el Concierto para Piano n. 0 1 y en Suggestion diabolique muestra el nuevo idioma en su máxima amplitud con arpe– gios espaciados ampliamente sin ser ro– mánticos, con ritmos violentos y compli– cados, con poca utilización de pedal y con un sonido percutiente y metálico. Liszt había prefigurado esto cuando emplea sonidos martillados repercutidos sobre varias octavas y Bartók lleva el tema hasta las últimas consecuencias igualando la fuerza y la complejidad rít– mica de Prokófiev pero variando el con– cepto de consonancia que tenía éste. Por la influencia de ambos y de Stravinsky los compositores se lanzan a componer piezas para piano desde entonces hasta la actualidad. A raíz de ello el repertorio pianístico se modifica totalmente y lo que pronosticaba Prokófiev respecto a Chopin se cumple. El compositor ruso pasa a compartir la popularidad con maestros precedentes y aunque pianistas como Gieseking no le han tenido en cuenta y otros como Schna– bel (al revés que Liszt) se desinteresan por la música contemporánea, Horowitz, Rubinstein, Arrau y Serkin, por citar al– gunos, interpretan su música. Vladimir Ashkenazy se detiene en él y Richter es– trena mundialmente sus sonatas 6, 7 y 9. Su literatura didáctica (Pedro y el lobo) junto a la de Casella, Bartók y Kódaly es empleada en los centros de enseñanza musicales. Obras como la Sinfonía Clásica (entre las siete que es– cribió) y El teniente Kije para cine son enormemente populares. Las sonatas, Visiones Fugitivas op. 22, los cinco Conciertos para Piano (el n. 0 4 para la mano izquierda sola) y otras obras cons– tituyen el terror de los intérpretes por su dificultad de ejecución pero es compen– sado por lo maravillosas que son. Prokófiev es sin duda un clásico den– tro de lo contemporáneo, alguien que perdurará como Mozart o Beethoven a través de los tiempos. Acerquémonos a su obra y descubriremos un mundo apa– sionante que nos enriquecerá. Helena Bayo Delgado Necesidad y azar La obra del compositor A. Llanas que lleva este título fue galardonada con el Premio de Composición «Ciutat d' Al– coi» 1989 pera Música de Cambra. Ins– pirado en el libro de Juan David García Bacca, Parménides (S .Va.C.), Mallarmé (S. XIX d.C.). Necesidad y azar ha sido comentado por su autor con estas pala– bras. 122/123 ANTHROPOS/175 «A mi modo de ver la parte creativa del quehacer compositivo se manifiesta cada vez más como un gran misterio. Quizá lo más importante ya no es el so– nido mismo -¿quizá no lo ha sido nun– ca?- a pesar de lo mucho que los com– positores nos hemos empeñado en ha– blar de éste hasta la saciedad, y hemos olvidado otras dimensiones de carácter psicológico, psicoacústico y emocional que son las verdaderamente esenciales. »Es por este motivo que de la lectura del complejo libro de Juan David García Bacca y de sus inteligentes reflexiones sobre los conceptos de 'necesidad' y 'azar' surgió la idea de experimentar musicalmente la interacción de estos dos conceptos inicialmente antagónicos en relación con los mecanismos ocultos del pensamiento musical. »La obra es una reflexión sobre la in– tangibilidad y el indeterminismo de la voluntad compositiva. Escrita para una plantilla bastante atípica: flauta, clarine– te bajo, trompeta y contrabajo, y consta de tres secciones y que alternan el ultra– determinismo más exacerbado con el azar más incontrolado...» Filosofía de la música Esta importante obra de Juan David Gar– cía Bacca publicada recientemente por Ed. Anthropos fue presentada el pasado mes de abril en una mesa redonda-colo– quio celebrada en la Universidad An– thropos con la participación de Xosé Aviñoa, profesor de Historia de la Músi– ca y Estética de la Universidad de Barce– lona, Albert Llanas, compositor y profe– sor de Armonía, Acústica y Nuevas Tec– nologías en el Conservatorio Municipal de Música de Barcelona, Domingo Mar– tínez, crítico musical y compositor, Magdalena Polo, doctorada en Filosofía de la Música y Gerard Vilar, profesor de Estética de la Universidad Autónoma de Barcelona. TotMozart El Ayuntamiento de Barcelona, en cola– boración con el Patronat Mozartiana, ha publicado una agenda que recoge la pro– gramación que se realiza en Barcelona y poblaciones cercanas durante este año del bicentenario de la muerte de Mozart. Más de un centenar de conciertos y actos culturales dedicados a la vida y la obra del compositor de Salzburg. Más información en el Centre d'In– formació Palau de la Virreina, La Ram– bla, 99, Barcelona, te! 301 77 75.

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