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Selección y reseña MAFFESOLI, Michel El tiempo de las tribus, el declive del individualismo en las sociedades de masas Barcelona, Icaria, 1990, 289 pp. , La mirada transversal, 1 La socialidad en la posmodernidad en En torno a la posmodernidad G. Vattimo y otros, Barcelona Anthropos, 1990, pp. 103-11 O, Autores, Textos y Temas/Hermeneusis, 9 Las estructuras antropológicas de lo ima– ginario, Madrid, Taurus, 1982, 504 pp.), que le permite considerar el objeto de su estudio, que no es otro que la vida mis– ma materializada en este caso en lo so- cial, como una epifanía del arquetipo fundador. El vaivén entre el «estereoti– po consuetudinario» y el «arquetipo fun– dador» se presenta como punto de refe– rencia ineludible en los cimientos mis– mos de sus planteamientos sociológicos. Tampoco faltan las referencias explíci– tas a Jung y a Bachelard a lo largo de su exposición; a este último hace un guiño especial, dando el nombre de «soñadora sociología» a su método de aproxima– ción al hecho social. En cuanto al marco temporal en que se inscribe el objeto estudiado, se trata del presente en plena efervescencia; Dos producciones del sociólogo francés tiempo también en que vive el propio Michel Maffesoli aparecieron en caste- observador de este «presenteísmo», de llano en junio y en septiembre del pasado este «hervidero», de un «estar-juntos», año, respectivamente: la primera es una orgánico, del hormigueo inestable y di- traducción de la obra publicada en fran- námico de la vida. Ante esta realidad, la cés en la editorial Méridiens Klincksieck, aproximación del intelectual se plantea colección Sociologies au quotidien bajo como un «conocimiento ordinario», y la el título Le temps des tribus, le déclin de actitud del que intenta aprehender un ob- l' individualisme dans les sociétés de jeto en constante movimiento, voluble y masse (1988); la segunda, un artículo in- escurridizo, debe responder a la del nota- serto en una obra de colaboración publi- rio que se limita a levantar acta de lo que cada con el título genérico En torno a la es, sin remitirse en ningún momento a lo posmodernidad, en que varios autores in- que debería ser. De ahí la ironía del so- tentan tomar el pulso a la complejidad de ciólogo, cómplice de la masa de la que él los momentos presentes desde diversos mismo forma parte y que no pretende de puntos de vista. La aportación de Michel ninguna manera «competir con los espe- Maffesoli en este volumen, «La sociali- cialistas». dad en la posmodernidad», constituye Maffesoli observa el aspecto confu- una síntesis puntual de su pensamiento, sional de un tipo de socialidad en que se desarrollado de forma más extrnsa en el da un diálogo incesante entre la masifi- resto de su obra. cación y el desarrollo de «microgrupos» Michel Maffesoli, profesor de socio- que se fundamentan en respuesta a moti- logía en la Sorbona, dirige en la actuali- vaciones de carácter emocional, y a los dad el Centre d'Etude sur l'Actuel· et Je::. que el autor denomina <<tribus». En.con- Quotidien (EAQ-Paris V) y el Centre de trade los que opinan que el individualis- ·. Recherche sur l'Imaginaire (CRI-MSH). mo o el Narcisismo pudieran dar cuenta Dos de sus obras ya fueron traducidas al de la estructuración social en la actuali- castellano: Lógica de la dominación, dad (con respecto a este tema el autor no Barcelona, Península, 1977 y La violen- hace ninguna referencia explícita, pero cia totalitaria, Barcelona, Herder, 1982; no podemos dejar de pensar en los re- otros de sus libros permanecen todavía cientes trabajos del también sociólogo sin traducir al castellano, como: La vio- francés Gilles Lipovetsky, que van en lence fondatrice (1976), L' ombre de· ese sentido: (Lipovetsky, Gilles, L' ére Dyonisos, contribution a une sociologie du vide, Essais sur l' individualisme con- de l' orgie (1 982), Essais sur la violence temporain, París, Gallimard, Les Essais banale etfundatrice (1988), La connais- CCXXV, 1983), la visión de Maffesoli sanee ordinaire (1985), Au creux des se centra en la existencia de un «tribalis- apparences (1990). mo», «neotribalismo» o «grupismo» en En El tiempo de las tribus, Michel base a los cuales los individuos se agru- Maffesoli hace referencia a menudo a la pan según el paradigma de «comunidad obra de Gilbert Durand, del que toma emocional». De ahí que la figura emble- una serie de conceptos significativos, mática de Dionisos sirva como mito ex- entre ellos, el de «trayecto antropológi- plicativo de una realidad que en cierto co» (Durand, Gilbert, Les structures modo se acerca a determinadas caracte- anthropologiques de l'imaginaire, París, rísticas fundamentales presentes .en esta Bordas, 1969 / París, Dunod, 10errie éd. figura mítica. La constatación de la exis- 1984, 522 pp. Traducción al castellano: tencia de una viscosidad que estructura 122/123 ANTHROPOS/149 este confusionismo emocional, como un elemento «glyschomorphe», nos hace pensar de alguna manera en el Régimen Nocturno-Místico de las estructuras an– tropológicas de Gilbert Durand. Este confusionismo paradójico, en que elementos heterogéneos se mezclan de la forma más absoluta, plantea al so– ciólogo la necesidad de un conocimiento en que sujeto y objeto se mezclan asi– mismo en un movimiento de f eedback permanente, agotador y sin embargo ne– cesario. El lenguaje empleado no puede ser ajeno a este complejo engranaje; por esto el intelectual se involucra de lleno en la búsqueda dramática de un estilo capaz de explicitar lo voluble, lo visco– so, lo vital del objeto, y del pensamiento que lo persigue. El oxímoron da cuenta de la conciliación de contrarios en la «unicidad»; la metáfora da cuenta de la táctica aproximativa y sesgada. Ambas figuras se ven envueltas en un discurso plagado de neologismos, que se hace eco del deseo de dramatización, de ri– tualización del intelecto emocional, y que moldea el lenguaje de forma apasio– nada. Esto produce un estilo redundan– te, reiterativo que, como la estructura– ción misma de lo social, avanza en «aura»; Michel Maffesoli pone en esce– na una progresión muy personal en su exposición, de manera tal que la idea anterior sirve de apoyo al posterior des– envolvimiento de ideas nuevas que ja– más irrumpen en el discurso sin prelu– dio. Exposición en espiral que, en el tiempo del relato intelectual, rompe con lo lineal de exposiciones demasiado ra– cionales que ya no son de re¡;ibo. El «otro sociólogo», el «otro intelectual», debe tomar conciencia de este hecho de forma fehaciente; por eso se erige en . pionero dentro de la creación de un len– .guaje apropiado a su objeto: la vida mis– ma; apropiado a su tiempo: eso que se ha dado en llamar «Posmodernidad». Y si bien Maffesoli define a ésta como «una forma de distinguir la unión que existe entre la ética y la estética», si bien la fuerza colectiva crea una obra de arte que se muestra de distintas formas, pero también en la teatralización de lo coti– diano; el intelectual no puede permane– cer ajeno al mensaje que intenta trans– mitir; y no lo hace. El lector sensible al entorno en que se desarrolla su propia existencia, y que sabe ver cómo crece la hierba; ese lector precisamente al que van dirigi– dos los pensamientos del sociólogo francés , no puede dejar de apreciar un trabajo innovador, rico en ideas pro– fundas que paradójicamente sólo pue– den ser tratadas de una forma rápida, li– gera, en la medida en que se dan a la

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