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88 DEUSTO CAPITULO IV.-EL HOSPICIO o RESIDENCIA. Desde la toma ce posesión de la casa de Aurrecoechea hasta la erección del Hospicio o re,sidencia en convento formal (r). El 26 de agosto de este a.fi, o de 1743, niwstro M. R. P. Pro'Vin– cial dió aniplios poderes al P. Fr. Matías de Marquina, para que con asistencia del Síndico de Su Santidad tome posesión de la ::asa que nos dejó D. Benito Ruca'Vado, 'Vecino de dicha 'Villa de Deusto. Item, para que tome otra en término de Begoña, y otras muchas cosas, todas en orden a promo'Ver la fundación en dicha 'Villa d?. Bilbao. (Virid., pág. 264.) J1i[as po·r haberse extra'Viado dicho documento, se dió nue'Vo Po– der al P. Fr. Matías de Marquina el 23 de septiembre de este mis– mo año para la toma de posesión ; la¡ cual se efectuó el día Primero de octubre de 1743, por nuestro Síndico, D. Juan Bautista de Hor– maza, ant,e el Escribano de Su Majestad, D. Martín de Achútegui y otros testigos. (Virid., pág. 265.) Y el doce de octubre recibió noticia el P. Pro'Vincial de haber tomado posesión de la casa de Aurrecoechea junto c.01i e! Síwi.i!;.o nuestros Religiosos: P. Matías de Marquina, Fr. José de S. Este– ban, Fr. José de Portugalete y Fr. Tomás de Lugo; la posesión sf efectuó el primero del dicho mes de ocfobre (Virid., pág. 266). Mas esto fué una mera posesión de la casa que se nos había le– gado, 'Viviendo en ella nuestros Religiosos como podíwi 'VÍ'VÍr en otra casa o Piso cualquiera; no había, allí, pues, 'Visos de casq, 1~– ligiosa; hasta que en 22 de no'Viembre del siguiente año 1744, en presencia del mismo Escribano de Su 1\!Iajestad, Martín de Achúte– gui y en virtud de la licencia dada al efecto Por el Iltmo. Sr. D. Jo– sé de Espejo y Cisneros, Obispo de Calaharra, se eff;.[¿[u_ó la toma, de posesión canónica, realizada con la celebración de la Santa 1vlisa, en el oratorio. de la casa, y la consagración de la Sagrada Hostia., que se colo:;ó en el Copón, en signo de poder tener Santísimo, y convocando previamente al pueblo al toque de campana, 1,n señal de quedar con'Vertido en Oratorio público. Anticipado este hecho para mayor inteligencia de la trama his– tórica, vol'Vamos al punto de partida de nuestro relato. Vencido un obstáculo, bien pronto nos sale al encuentro o,tro, no sé si decir más insuperable que el anterior. Pues los hered?.zos !le D. Benito Ruca'Vado, aziizados tal 'Vez Por los opositores de nuestra entra.da en Bilbao y nio'Vidos qu,izás por el deseo de aumentar sits tesoros, levantaron pleito contra niiestra posesión de la casa Aur:re• coechea; mas nuestro Síndico, escudado en el testamento del fun– dador, ganó dicho pleito para nosotros, 'Verificándose la e1i.trega d,e posesión el uno de octubre de mil setecientos cuarenta y tres. JV[as bien pronto, es decir, el nueve de dicho mes de octubre, los contendientes, D. Antonio José de Salazar y doña Catalina de Zor– noza, apelaron por «el remedio swmarísimo de ínterin u otro más

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