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50 DEUSTO sin perjuicio suyo y de los sobredichos, y aunque se siguiese, cesa el inconveniente general de la misma vecindad de Conventos de distintas Religiones mucho mayor en Conventos de una misma Or– den y más de varios institutos y superiores en quienes se experi– menta más fácil la cizaña de la discordia, que en dichos Memoria– les no deja de transmitirse aun pasando por arcaduces tan piadosos de intercesores eclesiásticos y seculares. 4.º Ni es todo uno ayudar algo con tal o tal limosna una vez al año a otros Conventos forasteros como hace Bilbao con muchos y Deusto con los PP. Capuchinos y con los Recoletos de la Obser– vancia o haber de sustentar cotidiana y respectivamente un Con– vento más quien sustenta muchos, y más cuando la villa de Bilbao, por rica que la exageren, va cada día descaeciendo notablemente como otras en poder y comercio. Y no será bien añadir exceso de carga a quien se debía aliviar, especialmente juntándose este decae– cimiento a las comunes miserias de todos los reinos de España, 5.º Ni es verosímil que hayan faltado a la fraterna caridad y religiosa asistencia cuanto estos papeles insinúan los Religiosos Re– coletos del Convento inmediato a Deusto, antes es más probable que para vigorar la pretensión se impongan o exageren defectos en aquella Comunidad de mi Orden para así encarecer la utilidad que puede esperarse de la nueva fundación, y si se pidiese informa– ción en Bilbao, donde no puede ignorarse el vivir y proceder de su tan inmediato Convento, se hallarán quizá más elogios que censu– ras a este punto y a las demás calumnias que dichos Memoriales traen contra aquellos dos Conventos de la Observancia y su reco– lección podrá responder con más seguridad de noticias el P. Pro– vincial que en breve se espera. ó.º Y aunque fuese verdad que no sólo en la falta de asisten– cia a los enfermos, sino en mayores culpas y relajaciones incurría en nuestros tiempos aquel Convento de Recolección Observante, no por eso debe permitirse otra fundación, sino mandar corregir y reformar aquélla ya admitida y no admitiendo corrección destruir– la y aniquilarla, dando lugar a otros que lleguen mejor fruto. Mas aumentar fundaciones con título verdadero o falso de más utilidad y virtud tiene tantos inconvenientes, cuantos no ignora la Santa Sede y Curia Romana, que han sido los motivos principales del so– bredicho Breve de Alejandro VII y de muchas semejantes decisio– nes contra el inaccesible apetito de fundar. 7.º Demasiados Conventos hay en España y son más bien sus-

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