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42 DEUS ro río de por medio, cincuenta. Minoren sujetos y repártase 1a limos– na en bien de muchas almas. I,os del Gobierno de esta villa son añales y antes que acaben los presentes su tiempo se tome la posesión, para que sea cun toda estimación también ele los afectos particulares del territorio, y su Cura y Beneficiarios pueden morir algunos y entrar otros de menos voluntad, porque también me mortifico hasta ver concluída la cosa con todo amor y nwy particular estimación de esa sagrada Religión. Y así, R. P., encargo la brevedad ele remitir el poder y hacer ele mí la contrabula, para que pasada por el Consejo se ven– gan con ella los cuatro Religiosos Sacerdotes nombrados por de presente y con ellos dos Legos, el uno para la cocina y el otro para hortelano, y muy en breve tenga V. R. por cierto se multiplicará el n(1111ero, como tengo esperanza en Dios. El altar ele la presente capilla lo tengo bien compuesto y la misma capilla dispuesta más capaz de lo que era. Por las campanas he enviado a pedir al Norte y las demás cosas 111enuclas se irán previniendo. La dedicación se está pintando y espero será de primor. La fiesta principal el Do- . mingo de la Santísima Trinidad, y para ese día desde ahora convi– do a V. R. Tome trabajo ele hallarse en ella a visita ele dicho su Convento y conozca todo cuanto tengo representado ser cier,to con h estimación que merece su autoridad, prendas y persona <le. V. R., que guarde Dios los felices años que deseo. Bilbao y junio, 20 de 1687. B. 1. lT\. de V. R. su más afecto servidor, Benito de Rui:avado. R. P. Fr. Gregario de Guadalupe. (P. Provincial.) Si grande era el deseo de D. Benito Rucavado para que fundá– semos nosotros en la República de Deusfo, no menor era el que tenían iodos los habitantes de tan fértil territorio. Prueba al tanto la tene– mos en la adjunta carta que los Gobernadores y Fieles Regido1:es de la República de Deusto, en·viaron a S. Santid;d, al tener noticia de que se estaba trabasjando en Roma para impedir nuestra fun– dación. En ella refutan los reparos que se había propuesto para echar a tierra tan loable empresa; y luego exponen los grandes bien es que para la salud de las almas se seguirán de nuestra residencia en di– cho territorio. Y no eran sólo los seculares, quienes pedían nuestra fundación, sino los mismos eclesiásticos la desean, y hacían votos porque 5e realizase ci,anlo antes, como pueds deducirse de la siguiente carta que con la misnia fecha que la anterior en'Viaron también al Sumo.

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