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(BILBAO) 345 La Juventud Franciscana tiene por fin: a) Infundir en los jóvenes asociados el espíritu franciscano, que lo es de fe, humildad y desprendimiento, caridad, adhesión in– quebrantable a la Iglesia Católica y sus enseñanzas, y valor para practicar en público y en privado, s_in respetos humanos, la Religión. b) Dar vitalidad, movimiento, entusiasmo, a la V. O. T., por medio de asambleas, conferencias, veladas y propaganda de revis– tas, folletos y hojas franciscanas. Y decimos que es un núcleo de jóvenes Terciarios para diferenciarla de esas otras Juventudes Anto– nianas o Franciscanas, etc., que no son de Terciarios, pues en ésta todos sus miembros hai; de ingresar en la Orden Tercera, por lo menos en calidad de aspirante y por tiempo limitado. Su origen histórico. _Esta Juventud se fundó con la bendición del M. R. P. Provin– cial de Castilla, P. Mariano de Vega, y del P. Guardián de esta Comunidad de Bilbao, M. R. P. Baltasar de Lodares, y quedó cons– tituída el día 1 de diciembre de 1918, a las seis y media de la tarde. El mismo día, Juventud Franciscana nombró su Junta directiva, en la siguiente forma : Reverso Anverso Director, R. P. Dámaso de Gradefes; presidente, Balbino Ilarri; vicepresidente, Juan Belmar; secretario, José Bravo; tesorero, An– gel Mardones; vocal r.º, Jesús Jáuregui; vocal 2.º, Jacinto Malax– echevarría; vocal 3.º y abanderado, Ediiberto Herrero de Estella.