BCCCAP00000000000000000000450

122 DEUSTO digo Santiago, por la gracia de Dios y de la Sede S;rnta Apostólica, Obispo de este Obispado de Calahorra de La Calzada el día dieéinue– ve del corriente, su data en la ciudad de Logroño y refrendada por D. Manuel de Apodaca, Secretario, y sellada con el sello acostumbra~ do, por la que faculta el que se coloque en dicho oratorio el Santísi– mo Sacramento, haciéndolo público para la celebración de Misas y demás que requiere, a que me remito. En su conformidad, consagra< da Hostia, la ha colocado y puesto en el Sagrario, que para este fin ha estado preparado, convocando a los vecinos por toque de campa– na, que se halla puesta para usar de ella por ahora, y en el referido oratorio confesonarios y decencia de vasos sagrados y ornamentos para Misas. Todo lo cual se ha efectuado quieta y pacíficamente, sin la menor contradicción, y en ello el citado R. P. Fr. Matías, como tal Presidente, me pidió testimonio, el que le doy verdadero a los efectos que le convengan y conste donde fuere necesario de su pedi– mento. Lo signo y firmo en este hospicio santo ya dicho después del acto que va testimoniado inmediatamente. En testimonio de verdad, Agustín de Villar. /ll júbilo con que el pueblo de Deusto acoge nuestra fundación y erección de público Oratorio, y a los mil pl.ícemes y enhorabue– nas, que de todas partes reciben nuestros Religiosos, debemos a1ia– dir, como botón de muestra, el siguiente de D. JJanuel de Apoda– ca, que envía desde Liogro1io a nuestro 1vf. R. P. Provincial: 9.° Carta de D. Manuel de Apodaca al P. Provincial de Castilla dándole la enhorabuena por la fundación de Deusto ( 1). :Muy R. P.-Muy señor mío: Dios ha querido que la pretensión de Hospicio de esa Provincia venerable en la República de Deusto haya tenido el favorable éxito que le correspondía a la justicia de la causa y al verdadero deseo de tantos devotos 'Como se interesaron e,1 esta santa obra. Yo, P. Rmo., soy uno de tantos, si bien con más especiales motivos que todos, porque el honor que tengo de ser her– mano general de la santa Capucha no me dejó arbitrio paia que no me dedicase a cooperar con mis flacas fuerzas a esta gloriosa empre– sa, de que me doy mil enhorabuenas, y más que miles de gracias a V. Rma. y a su santa Provincia, que esforzaron el mayor culto del Señor y el bien espiritual de aquellos pobres guizones tan honrados (1) Arch. Cap. Prov., Cast., 32/000085. Ms. rubricado, 29 X 20: una hoja.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz