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118 DEUSTO V qd¡;adas ya estas barreras infranqueables y obtenido el consen– timiento del Cabildo y pueblo de Deusto, se creyó haber llegado el momento propicio para solicitar el correspondiente permiso de la competente autoridad eclesiástica, como así se hizo según se deduce .de la adjunta cartcn del P. Marquina a :nuestro lVI. R. P. ProvinciaL 6.° Carta del P. Marquina al P. Provincial de Castilla refiriéndole los trabajos realizados para conseguir la licencia del Sr. Obispo (1). N. M. R. P. Provincial: El mismo día que recibí la carta de V. C. comencé a caminar a Logroño, donde estoy con el compañero que me <lió el P. Guardián de La Guardia. Entregué la carta, y aun– que supe no era total empeño para el secreto el Sr. Magistral, me alegré el cumplir con la obediencia. Uno de los sobrinos del señor Obispo se halla en Calahorra, que es el que nada puede; el otro que insinué se halla aquí y es Tesorero de esta iglesia y fué confe– sado de Fr. Feliciano de Alaejos, por quien he llegado a entender hará lo que por ningún otro. Hoy espero hablarle, pues hasta aquí todo ha sido conferenciar con el Secretario y Sr. Obispo, a quienes, he procurado evidenciar nuestra justicia de modo que bien conocen no tienen que responder. Y como les he dicho no quedará ejemplar de Prelado alguno que hallándose una Religión en las facultades del pueblo para fundar y con poder del mismo para pedir la fundación cómo y donde convenga, como nosotros nos hallamos sin haber te– nielo protesta ni oposición de Cabildo o Comunidad en la posesión, se haya negado la licencia del Prelado para Hospicio público, cla~ mando la necesidad tan clara, cuya licencia sólo se reduce a que los. Religiosos que asisten allí para alivio de la Provincia y sus provisio– nes vivan con regularidad de Capuchinos y no sin clausura. Lo cual debiera solicitar aquel Prelado eclesiástico. Yo estoy enfadado vien– do que procurando satisfacer a cuantos reparos me ponen no res– pondan a lo que les digo, satisfaciendo sólo el decir que somos muy prontos y que hacemos esto con mucha aceleración. En todo lo con– sulta el Secretario con el Guardián de la Observancia. Yo procuraré dar el último avance para ver en qué estriba toda la fortaleza de la oposición. Y aun pediré se me dé testimonio el~ las licencias y testi– monios presentados para ocurrir donde convenga. Si en esto no se dan por ofendidos, pues hasta aquí he practicado enmedio ele la sua– vidad y cortesanía humilde, lisonjeándoles el gusto, y con el campo (r) Arch. Cap. Prov., Cast., 32/000082. Ms. rubricado, 21 X 1 5; una hoja.