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le mandaba levantarse y caminar sin muletas. Salió de la cama y comprobó que, después de tantos años, podía caminar. 1969. Inés Stump, de Voghera, por neoplasia de la tibia iz– quierda, estaba casi completamente inmóvil desde hacía dos años. Después de cuidados y de intervenciones quirúrgicas, en enero de 1968 fue dada de alta en el hospital de Tortona. Caminaba gracias a las muletas. Por la evolución sarcomatosa del tumor en mielo– plasia, el 29 de octubre le propusieron amputarle la pierna. Acu– dió al P. Pío, yendo en peregrinación a su sepulcro el 20 de diciembre de 1968, y teniendo sobre la pierna dolorida mia foto– grafía de su mano estigmatizada y un trozo de pañuelo usado por el P. Pío. En sueños oyó al P. Pío que le mandaba dejar las muletas. El 25 de abril de 1969 Inés, de improviso, tiró las muletas y comenzó a caminar. En una auscultación del 5 de mayo, se constató que el mal había sido detenido y que comenzaba la reconstrucción del tejido óseo . 1969. María Teresa Romero Corrales, de Corrientes (Argen– tina), sin recurrir a intervención quirúrgica, recuperó totalmente el tímpano del oído izquierdo, que había perdido por completo. Con ello recobró el oído, dejando maravillados a los mejores especialistas. 1970. Antonio De Pasquale, de Pietranico (Pescara), obrero. Llevaba quince años paralizado, a consecuencia de un agudo dolor en la espalda, advertido el 23 de septiembre de 1955, cuando levantaba una plancha de mármol. Había perdido también casi totalmente la vista y el oído. Sus repetidos ingresos en hospitales le dejaron siempre sin esperanza. Su esposa Lucía, cogiendo un pañuelo que había tocado el cadáver del P. Pío, acudió a éste. La tarde del 7 de junio de 1970, Antonio vio y oyó al P. Pío que le decía: "Levántate y anda". Sabiendo que estaba paralizado, no se movió. Ante la insistencia del P. Pío el enfermo se sintió con fuerzas, se levantó e inmediatamente recobró la vista. Después de haber ido en peregrinación a San Giovanni Rotondo y a Lourdes, recuperó totalmente el oído, el 16 de agosto, mientras se bañaba en la piscina junto a la gruta de Lourdes. 1970. Dora Dolores Insaurralde de Ignacio, de Saladas (Ar– gentina), tuvo un parto felicísimo, sin intervención quirúrgica, cosa que se juzgaba necesaria dada la posición y la desproporción de la criatura. Esta nació perfectamente normal, después de haber adoptado rápidamente la postura conveniente. 389
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