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"Admiré en él la piedad del hombre de Dios, su mansedumbre y, aunque rodeado de numerosos fieles, vi en él señale5 de humil– dad cristiana" (Card. Julio Rosales, arzobispo de CeJú, en Fili– pinas). "Todos nosotros estamos convencidos de la santidad de vida y de la especial misión de este sacerdote. Todo esto lo demuestra su larga y ejemplar vida, adornada de virtudes, en especial de oración continua, con una particular devoción a la pasión de nuestro Señor Jesucristo y a la Santísima Virgen María, sus he– roicos sacrificios, su penitencia, su admirable apostolado, que brotaba de su amor a Dios y a los hermanos. Esta larga vida ejemplar es muy conocida en todo el mundo cristiano y también en nuestra patria" (Card. Wyszynski, primado de P,)lonia, con otros 44 arzobispos y obispos polacos). "El P. Pío ejerció una fascinaciónmisteriosa, porque las gen– tes vieron en su rostro el rostro mismo de Cristo paciente. Fue paternal, hasta en su hosquedad, porque ésta tenía las dimensio– nes de la humildad, de la caridad y del celo, frente a excesos de devoción hacia él. Fue hombre de oración. Tuvo contactos de apostolado con hombres del pensamiento, del arte, de la política, y todos quedaron iluminados y confortados. Muchísi:nos se con– virtieron y se volvieron a Dios" (Card. Ursi, arzobispo de Ná– poles). "Me dio la impresión de ser un fraile sencillo y humilde, capaz, por lo mismo, de perfección y de santidad·, (Santiago Palombella, arzobispo de Matera"). "Era un hombre de extraordinaria virtud y ejemplar celo pas– toral" (Ernesto Corripio Ahumada, arzobispo de Oaxaca, Mé– xico). "Vi la presencia de Dios en él... Era un alma poseída de Dios: así lo demostraba su conducta y su influjo en los que lo rodeaban" (Ildefonso María Sansierra, arzobispo de San Juan de Cuyo, en Argentina). Constantino Caminada, obispo de Ferentino, recuerda "la impresión de extraordinaria santidad que se recibía cuando se asistía a su misa, lo mismo que el confesonario y héblando con él". Alberto Carinci, obispo de Boiano-Campobasso, tuvo oca– sión de "admirar su recogimiento, su unión con Dio~, su espíritu de continua oración y penitencia, su ferviente apostolado por la santificación de las almas en el sacramento de la pen~tencia... , en 384