BCCCAP00000000000000000000448

inseguro en sus pasos, hasta en el ámbito de las mismas jerarquías de las distintas iglesias y de los credos dispares". "Para nosotros, él era siempre un fraile humilde, que ha traído la esperanza a millones de personas, que ha devuelto la fe a quien la había perdido, que, finalmente, ha sido un ejemplo de silenciosa entrega al estado sacerdotal y monástico en un tiempo y en medio de un mundo que proclama la 'muerte de Dios"'. Los Papas del P. P_ío · Fueron siete los Papas que se entregaron al servicio de la Iglesia durante los ochenta años que vivió el P. Pío. El Papa del que oyó hablar, de niño, fue León XIII, el Papa del rosario. El Papa de sus primeros años de vida capuchina y sacerdotal, fue el de Riese, San Pío X. Los Papas que oyeron hablar del P. Pío, que se interesaron por él y dieron acerca de él su opinión, fueron cinco. Benedicto XV -el único Papa conocido por el P. Pío, cuando estuvo en Roma, del 16 al 23 de mayo de 1917, para acompañar a su hermana Graziella, que ingresaba como religiosa de Santa Brígida- le definió con exactitud, ya en 1921, hablando con Fernando Damiani, vicario general de Salto: "Realmente el P. Pío es uno de aquellos hombres extraordinarios que Dios envía al mundo de cuando en cuando para convertir a los hom– bres". Y al abogado César Festa le dio también su parecer: "El P. Pío es verdaderamente un hombre de Dios". Pío XI, que sirvió a la Iglesia desde 1922 a 1939, después de un año de pontificado - en 1923- se encontró con uno de los momentos más delicados de la vida del P. Pío, cuando se indagó acerca de su conducta y se restringió su actividad sacerdotal. Después de haber estudiado personalmente el asunto, el Papa comprendió la verdad de la situación y proclamó la inocencia del P. Pío. Reconociendo la dureza de algunas intervenciones, con– cedió de nuevo al P. Pío plena libertad en su actividad sacer– dotal. El papa Ratti, mediante esta obligada reintegración, manifestó su satisfacción al obispo capuchino Cornelio Sebastián Cucarollo: 377