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el alma traspasada, acercándose a ella para tenerla propicia. El 7 de julio de 1913, después de haber explicado al P. Benito que sentía su corazón traspasado de parte a parte, añade: "Ahora me parece que penetro en el martirio de nuestra queridísima Madre, cosa que antes no me había sido posible. Oh, si los hombres comprendiesen este martirio. ¿Quién se negaría a compadecer a esta nuestra querida corredentora? ¿Quién le rehusaría el hermoso título de "reina de los mártires''? El estigmatizado, que sentía en sus miembros las llagas de Cristo, sentía en su alma los dolores de la Madre del Crucificado. Por eso, sobre todo durante la semana santa, escribía a sus hijos espirituales: - Id a hacer compañía a Jesús en su Pasión y a su Madre dolorosa. En la Virgen amaba el P. Pío a la Mediadora de todas las gracias, a la Auxiliadora, a la Abogada de los pecadores, a la Madre. En la oración de la estampa-recordatorio de sus cincuenta años de sacerdocio, la llamó: "Madre dulcísima de los sacerdotes, Medianera y Dispensadora de todas las gracias". Los apelativos que repite en las cartas a sus directores espirituales, denotan una ternura delicada, en un estilo de niño: "Querida Madrecita, her– mosa Madrecita, hermosa Virgen María, dilectísima Madre, ben– dita Madre, Madre tiernísima, Madrecita celestial, Consoladora". Escribe que Jesús y María siguen haciendo para él las veces de padres. Relataba de buena gana una leyenda que resaltaba el amor de la Virgen por los pecadores: "Un día nuestro Señor, cuando daba una vuelta por el paraíso, vio ciertas caras poco conocidas y le pidió a San Pedro una explicación: -¿Cómo es que han entrado ésos aquí? Me parece que no guardas la puerta como debes. Pedro, un tanto molesto, replicó: -Señor, no me fue posible hacer nada. -¿Cómo? ¿Que no has podido hacer nada? Tú eres el que tienes las llaves. Cumple con tu obligación y estate atento. Después de unos días el Señor dio otra vuelta y vio otros nuevos inquilinos de aspecto nada recomendable: -Pedro, he visto unas caras que para qué. Se ve que no vigilas bien la en– trada. 350

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