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Chistoso y casi guasón Estaba humanamente dotado de una conversación muy jovial, que en el convento animaba las horas de recreación, amenizándo– las con sus salidas, unas veces agudas, otras tajantes o alegres. Entretenerse con el P. Pío -fuera del secreto del confesonario o del silencio de la iglesia- proporcionaba siempre momentos de alegría. "Rápido e irónico, brillante y dialéctico", el P. Pío siempre estaba dispuesto a una salida divertida, certera, con un buen repertorio de chistes, de comentarios humorísticos sobre personas o sucesos. Reía él y hacía reír a los demás. Inocentemente. Con agudeza. Con su voz cantarina, bien timbrada y de acento meridional. Nos lo recuerda el doctor Festa: "Durante mis permanencias en el convento le vi muchas veces tomar parte en los actos alegres, en las bromas divertidas de sus hermanos, pero siempre con una compostura, con una mesura y con un sentido de respeto hacia todos que causa admiración a quien lo observa". No se libraban de sus bromas los médicos, entre los cuales tenía verdaderos amigos, como el profesor Pedro Valdoni. En una ocasión le aconsejaron que se dejase internar en la Casa Alivio para un chequeo, y el padre respondió al que se lo aconsejaba: -¿ Tú crees que los médicos saben algo? Y su interlocutor: Pero usted, padre, ha levantado un hospi– tal. El P. Pío: Sí, pero para los enfermos, no para los médicos. Gustaba de bromear sobre los médicos, hasta cuando hablaba con ellos. A un grupo de éstos les dijo: No olvidéis lo que se decía en la escuela de Salema: "Está más seguro un topo entre dos gatos que un enfermo entre dos médü;os". Sin embargo, cuanto tuvo que ser operado, se presentó al doctor Festa a mediodía, después de haber pasado trabajando toda la mañana, y declaró: -Querido doctor, aquí me tienes en tus manos. Se burlaba hasta de su misma debilidad. A un hombre que se encomendaba a sus oraciones, porque una pierna no la movía bien, el padre le respondió inmediatamente: Dichoso tú que tienes una sola pierna que no anda bien. A mí no me anda bien ninguna de las dos. 324