BCCCAP00000000000000000000448
pero no puedo. En ciertos momentos no soy capaz de seguir adelante, siento venirme abajo y tengo que pararme. Pero en seguida añadió que "hará todo lo que esté en su mano por cumplir cuanto se le ha ordenado". También informa el P. Rosario de cómo marchaban las cosas respecto de la afluencia de fieles: "Todos los días tenemos que habérnoslas con una masa de gente de todos los colores, y toda nuestra atención y precaución no basta para que no se produzca algún pequeño inconveniente... La masa es masa, y por lo mismo no faltan personas de auténtica piedad y personas que vienen por curiosidad". A continuación el P. Rosario expone en unas pocas líneas una situación ambiental de San Giovanni Rotondo que, una vez conocida, nos explica muchas cosas. "Quien conozca el ambiente en que vivimos, se da fácilmente cuenta de la paciencia que es preciso ejercitar cada momento, y cómo uno está expuesto a continuas recriminaciones por el simple hecho de que es material– mente imposible contentar a todos, pidiendo todos lo mismo: hablar con el P. Pío por los motivos más insospechados y a todas las horas del día. Es un ejercicio que, humanamente hablando, cansa y produce fastidio. También yo, después de casi tres años, me siento cansado... Y mi cansancio crece en forma inverosímil cuando me toca aliviar el cansancio de los otros religiosos". El P. Pío, además del cansancio extenuante, tenía que poner buena cara a las amarguras, limitaciones, cautelas. Algunos rasgos, recogidos del Diario del P. Agustín, en el período 1952-1961, nos dibujan a un P. Pío expuesto a tanta fatiga, a tantos sufrimientos, y nos aclara su modo de afrontarlo. 3 de septiembre de 1952: "Prosigue la guerra externa de per– sonas ligadas a satanás. Pero el padre sigue adelante en el nombre de Dios, como si no se tratase de él, siendo así que su alma vive amargada". 3 de marzo de 1953: "El padre vive siempre entregado a su vida ministerial en favor de las almas. Los sufrimientos son para él un don de Dios y no le impiden hacer la vida normal". 22 de febrero de 1955: "Aunque sufre, su conversación es siempre jovial, y hasta intenta ocultar siempre sus penas". 28 de noviembre de 1956: "La lucha satánica contra esa gran obra de la Clínica continúa y el padre sufre y reza". 21 de noviembre de 1957: "Sus sufrimientos físicos y morales 314
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz