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terriblemente lejano". Esto está de acuerdo con las manifestacio– nes del mismo P. Pío . Su oración - voluntaria, penosa- era ante Dios más meritoria, más impetratoria. El padre desveló su costosa, sufrida, fatigosa oración y el concepto que tenía de su mayor eficacia ante Dios, cuando res– pondió un día a un hijo suyo espiritual, que le había dirigido la pregunta de si le era más agradable a Dios la oración de un santo en el cielo o la de un hombre en la tierra. - Yo creo que la oración del hombre en la tierra, porque, a la simple petición, añade el gemido. El P. Honorato de San Giovanni Rotondo llama al sacerdo– te de las llagas "el sacerdote de la oración". La oración "aguan– taba su diario sufrimiento y alimentaba su vida interior". Recor– dando el deseo del P. Pío de tener más oración, el P. Honorato recoge unas palabras suyas: -Quisiera que el día tuviera cuarenta y ocho horas. Toda la vida del P. Pío discurre en medio de oraciones. Ora– ciones solitarias, que comienzan en Pietrelcina hacia los cuatro años, hasta el padrenuestro que rezará en su celda el 22 de sep– tiembre de 1968, próximo a la muerte, "perfectamente consciente de su próxima partida.. . con una energía desacostumbrada y en vóz alta, ,recalcando cada palabra". De este "hombre de Dios" habla con frecuencia el P. Agustín en su Diario, a veces con anotaciones muy breves, como las de un parte médico. De los informes que da sobre el P. Pío desde no– viembre de 1911 a noviembre de 1961, las referentes a la oración son las más insistentes y numerosas. Casi no hay página en que no se haga alusión a la oración del padre, que impregna de ora– ción su existir y su obrar. En las tentaciones, reza; en los meses de total segregación de los fieles, desde el 11 de junio de 1931 al 16 de julio de 1933, reza. En las alegrías, reza; en las experiencias extraordinarias, reza; en los momentos dramáticos, reza; en las enfermedades, reza; en la programación de sus iniciativas, reza. La oración es su elemento más vivo e importante, sin la cual no puede pasar, la que juzga indispensable para realizar su misión, la que considera necesaria pata santificarse y santificar. Los aspectos preeminentes de su personalidad y de su misión .:_llamamiento a conformarse con ·Cristo y a corredimir con él en la Iglesia- son los que caracterizan su oración. Esta experiencia 281

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