BCCCAP00000000000000000000448

sobre él, suspender toda correspondencia, incluida la epistolar. Morirá a los setenta años , el 22 de julio de 1942, sin J-: aber vuelto a ver ni a tratar al P. Pío, el discípulo al que había guiado espi– ritualmente con autoridad y competencia durante doce años (1910-1922) abrumado de fenómenos místicos. El discípulo con– tinuó recordándole, con estima y veneración. El P. Pedro de lschitella, provincial, murió por fíncope car– díaco a los cuarenta y cuatro años , el 22 de febre::-o de 1924, después de cinco años de gobierno, en los que sufrió disgustos inauditos por los hechos del P. Pío. Su muerte - escribió el P. Pío- "me ha causado un agudo dolor en el alma''. El P. Luis Avelino que, desde la muerte del P. Pedro, regía la provincia en calidad de vicario, tuvo que dejar la Pulla el 15 de abril de 1924. El día siguiente de su partida le siguio una carta, humana y conmovedora, escrita por el P. Pío: "Le estoy escri– biendo con la mano temblorosa, con el corazón traspasado por el dolor y con los ojos velados por las lágrimas... Ayer por la tarde recibí la suya y todavía no he logrado sobreponerme: tan grande ha sido la sacudida, la repercusión que produjo en mí su carta desgarradora. ¿Qué quiere que le diga, hermano mí o, respecto a una disposición tan fatal? Que Jesús tome la defensa y haga triunfar la justicia y confunda una vez más la envidia y la maldad de los hombres. Jesús le infunda ánimo en el sacrificio y suavice vuestro breve martirio. Todos nosotros sufrimos por usted, reza– mos por usted y estamos unidos a usted siempre y d:mde quiera que el Señor permita que llegue a puerto vuestra navecilla". El P. Pío le escribió otra carta, para animarle: "Hermano mío, estamos contigo y sufrimos contigo, lloramos ::ontigo y el pensamiento de tu inocencia nos da fuerzas y nos infr.nde ánimos para suplicar al divino Corazón que aparte la cruz qu:: pesa sobre ti, como cabeza, y sobre nosotros como súbditos . Ar.imo, pues y no temas". Otros religiosos fueron obligados a dejar el conv::nto de San Giovanni Rotondo. Sufrían ellos y sufría el P. Pío. 246

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz