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en el convento, tengo la oportunidad de que D. Manuel me faci– lita todas las cosas, además -añadía- no es lo mismo entrar en el convento cuando aún soy joven, que después de cumplidos los treinta años. Si retraso la entrada me costaría más adap– tarme a las costumbres de la comunidad". Cuando, al fin, logró el permiso y la bendición de sus padres con la ayuda de D Manuel Zapico, se puso en contacto con las monjas y acor– daron el ingreso, para el 5 de octubre de 1923. Ese día, a primeras horas de la mañana, se despidió con mucha pena de sus padres, hermanos y amistades. Recogió las cuatro pertenencias imprescindibles y se fue a León para tomar el tren que le llevaría a la Capital de España. Desde León hasta Madrid hizo el viaje en compañía de un familiar suyo em– pleado en la Renfe que hacía el servicio León-Madrid y se había com– prometido, sobre todo, a facilitarle el desplazamiento desde la Estación del Norte en Madrid, hasta al convento de las Concepcionistas. A las seis de la tarde del mismo día 5 de octubre de 1923, como es– taba acordado con las monjas, Clotilde y su primo hacían sonar la campa– nilla. Al otro lado del torno oyeron la voz suave y acogedora de la tornera que les saludaba con el clásico Ave María purísima de las torneras con– cepcionistas. Después de un breve cambio de impresiones, la religiosa les rogó esperaran unos instantes frente a la puerta de clausura. Cuando se abrió esta, Clotilde se encontró frente a la comunidad en pleno, todas con sus hábitos blancos y mantos azul celeste. La futura concepcionista, quedó gratamente sorprendida, pero al mismo tiempo algo nerviosa, porque veía que los ojos de todas las monjas estaban fijos en ella. Rompió el silencio la Madre que presentó a la nueva aspirante, todas las que en adelante serían sus compañeras. Después de breve diálogo, algo distendido, Clotilde se despidió de su primo, acompañada de toda la comunidad, entró en el con– vento, la casa de sus sueños y el rincón donde labraría su santidad. En el primer día de su estancia en el convento, fue protagonista de una situación bastante desagradable. Ella misma lo contaba después a las más jóvenes en plan de broma, pero, en el momento en que sucedió, con toda seguridad lo pasó bastante mal. 97
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