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Balbina Manuela tuvo su peregrinación vocacional. A los 22 años ingresó en el noviciado de las MM. Redentoristas en Vitoria. Durante este año de prueba contrajo una gripe que le causaba fiebres muy altas, des– pués de un largo tratamiento fue sometida a reconocimiento médico para comprobar su completo restablecimiento. El médico certificó su completa curación de la gripe, pero la diagnosticó una enfermedad cardíaca por lo que tuvo que abandonar el noviciado y regresar a casa. Después de algunos años con la familia, su vocación persistía. Em– pezó por someterse al reconocimiento de uno de los mejores especialistas en cardiología de Madrid. El doctor diagnosticó que ni tenía ni en el pa– sado había tenido enfermedad alguna del corazón. Solicitó entonces cuando ya tenía 32 años el ingreso en las Concepcionistas de San José. Tuvo también en esta ocasión sus dificultades: la madre ya viuda, cuando la hija le informó que deseaba ingresar religiosa, le respondió, que le daba mucha pena, pero que podía marcharse cuando quisiera y donde quisiera que ella no le daba el permiso por escrito. Como este documento era condición indispensable para el ingreso, el problema se resolvió con una carta de la abadesa de las Concepcio– nistas al Sr. Obispo de Madrid redactada en estos términos: "Excelencia: nuestra aspirante Balbina Rodríguez es una joven huérfana de padre, tiene hermanos y hermanas que están en buena posición, pero cuando la aspirante dijo a su madre que quería ser religiosa, por la pena que le daba, la madre respondió: "Hija puedes marcharte cuando quieras y donde quieras pero el consentimiento por escrito no te lo doy", lo mismo hizo cuando entró en el otro convento. Aunque siente mucha pena, la madre no está molesta ni con la comunidad ni con la hija. Como para conseguirlo sería necesario un disgusto, le ruego Sr. Obispo, dis– pense a la aspirante de este requisito, tiene ya 32 años". (l 9 ) Allanadas las dificultades, Balbina Manuela hizo su ingreso en las Concepcionistas de Sagasti el dos de julio de 1919. Tenía entonces 33 años. En el ingreso de Balbina Manuela hay también una circunstancia que confirma las palabras de la superiora sobre la situación económica– mente desahogada de la familia: Su madre abonó la dote, los gastos de la nueva ropa que necesitara y los gastos del postulantado. 82
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