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5.- Sor María Balbina de San José Comparada la psicología de Sor Mª del Smo. Sa– cramento, cuyos rasgos biográficos acabamos de trazar, con la personalidad de Sor Mª Balbina de San José que abordamos en este capítulo, se llega a la conclusión de que son dos caracteres o temperamentos muy distintos. Sor Mª del Smo. Sacramento fue una religiosa abierta, comunica– tiva. Estaba en su elemento y disfrutaba cuando se relacionaba con las compañeras, hasta podríamos afirmar que no podía vivir sin ellas, sin su trato y compañía habitual, porque sentía como un fuerte impulso interior que le empujaba hacia ellas. Actitud muy diferente observamos en Sor Mª de San José. Por tem– peramento e inclinación natural, busca los momentos en que puede estar sola, como en la oración, la lectura o simplemente disfrutar del retiro de la celda. Solo por Dios y exigencias de la vida comunitaria, participa en los actos en que deber entrar en contacto con las demás. No busca por iniciativa propia la compañía de las hermanas, ni siente la necesidad de cambiar impresiones con ellas. "A veces -dicen las compañeras- se la veía mirando por la ventana de la celda contemplando largos ratos al cielo". En los recreos apenas toma parte en las conversaciones, se limita a esbozar una leve sonrisa. Hasta con su misma hermana de sangre, Sor María de Guadalupe, eran muy contadas las ocasiones en que se las veía juntas y hablando. A veces se reunían y cambiaban im– presiones sólo por iniciativa e indicación de la Abadesa. La presencia en los monasterios de caracteres o temperamentos di– versos no es siempre ni lo más frecuente, negativo o empobrecedor para una comunidad cuando esta vive un alto nivel de vida interior; en este caso da origen a uno de los fenómenos más interesantes y enri– quecedores de las comunidades. 80