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guir una carrera. Entonces, a mediados del siglo XIX, se tenía el conven– cimiento y la costumbre de que las niñas debían prepararse para ser bue– nas esposas y madres de familia , por eso era más frecuente la asistencia de las adolescentes a talleres de costura que a los institutos. No poseemos más datos sobre la vida de adolescente y primera ju– ventud de Petra Manuela. Se puede admitir con certeza moral que era una jovencita profundamente religiosa. Cuando cumplió los 24 años, Petra Manuela llegó a la conclusión de que el Señor la quería religiosa de vida contemplativa. De acuerdo, y con la bendición de sus padres, ingresó en las religiosas Concepcionistas el 28 de noviembre de 1887. Conocemos las palabras rotundas con que el Sr. Pedro Pairós dio su bendición y licencia a Petra Manuela para que ingresara en el monas– terio. Está redactado en estos términos: "En nombre propio y en el de mi mujer, Benita Benito, concedo espontánea y libremente amplia facultad a nuestra hija, Petra Manuela, para que in– grese de religiosa de clausura". Desconocemos por qué conducto Petra y su familia se enteraron de la existencia de la comunidad de Concepcionistas de San José en la que se incorporó, que no llevaba diez años de existencia como tal y aún es– taba sin casa propia. Vivían de la caridad de las Agustinas de la Concep– ción Jerónima -calle de Toledo nº 41- de religiosas del Beaterio de San José habían pasado a la Orden de Santa Beatriz como hemos informado ampliamente en otro lugar. Probablemente medió alguna persona que mantenía relación o amistad con el Beaterio de San José. El 5 de mayo de 1888 fue recibida en el noviciado por la Madre Vicenta del Carmen y el 15 de mayo del año siguiente se incorporó a la comunidad mediante los votos simples . En esta fecha cambió el nombre de Petra Manuela por el de Sor Mª Pilar de los Desamparados. Cumplidos los tres años de votos simples, entró definitivamente en la Orden de Santa Beatriz mediante la profesión solemne. Como en la fecha de su ingreso en el monasterio la comunidad de Concepcionistas eran huéspedes de las Agustinas de la Concepción Jerónima, fue con todo derecho fundadora del Monasterio de Sagasti, 19. 58