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cación se siguieron con relativa regularidad la de grupos de mártires de la Persecución de 1936 como la especialmente numerosa de los 233 már– tires de Valencia y diócesis vecinas. Los trabajos para la beatificación y canonización de las Mártires Concepcionistas de Madrid se inició en junio de 2002. El Cardenal Rouco quiso introducir una causa común a ejemplo de la de Valencia, en la que estuvieran incluidos todos los mártires sacrificados en la diócesis de Ma– drid: sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares. Esta iniciativa, por causas que aún hoy se desconocen, no cuajó y se nos aconsejó a las diversos postuladores de las órdenes religiosas re– presentadas en la causa común de Madrid, que podíamos hacer la soli– citud de introducción de la misma en las diócesis vecinas. El que esto escribe, como postulador entonces de las Concepcionistas, gestionó la introducción de la causa en Toledo, por radicar allí la Casa Madre de las Concepcionistas. Además el Sr. Arzobispo de Toledo dio su consenti– miento para que nos incorporáramos a la causa común que entonces es– taba también abierta en aquella diócesis. Cuando estaban a punto de finalizarse los trabajos en Toledo, Monse– ñor Cañizares pidió al Sr. Arzobispo de Madrid el traspaso a Toledo de las competencias sobre las Mártires Concepcionistas muertas en Madrid. Mon– señor Rouco negó este traspaso y quedamos nuevamente en el punto cero. Superados todos los entorpecimientos enumerados, se introdujo la causa de nuevo en Madrid, en solitario, solamente para nuestras Con– cepcionista el año 2006. Aunque a ritmo lento, como van siempre estas cosas, la causa diocesana ha sido por fin clausurada solemnemente el 3 de febrero de 2010. Las actas están ya en Roma y las catorce Concep– cionistas Mártires sólo esperan, previos algunos trámites, la fecha que fije el Papa para su beatificación. Queremos terminar este extracto biográfico de nuestras mártires con una última observación que quizás sea útil. Resultará gozoso y consola– dor cuando las veamos algún día, -o las vean- declaradas solemnemente 312