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Sobre la muerte por asesinato de Sor María Asunción tenemos un último testimonio de una vecina de Escalona, llamada Luisa Parro Mon– tero, que afirmó bajo juramento que: "El nombre de quien vio muerta a Sor Asunción se llamaba Benito, era de Almorox, pero su familia y él vivían en Escalona". Como puede comprobarse, toda la documentación que hemos podido reunir sobre Mª Asunción Pascual, adolece de los mismos de– fectos de imprecisión que lamentábamos en los informes de la Madre María de San José. Faltan nombres concretos de personas, fechas, mayor abundancia de detalles precisos que dieran una razonable cre– dibilidad a su testimonio. Quizás el argumento más fuerte, para admitir el martirio de la Madre María de San José y Sor Mª Asunción sean estas palabras de Sor Mª del Pilar Villa Rivera, concepcionista de Escalona (entró reli– giosa después de la Guerra Civil). En Escalona "Todos lo que las conocieron o tuvieron alguna relación con el monasterio, están completamente convencidos de que la M. María de San José, Sor María Asunción Pascual y el capellán del monaste– rio, D. Teógenes Díaz Corralejo, fueron asesinados por los mi– licianos en la Persecución religiosa de 1936, les tienen por mártires, se encomiendan a ellos, e incluso les atribuyen al– gunos hechos prodigiosos en favor de algunas personas de la Villa de Escalona". iA la espera de la merecida exaltación! A todos nos haría ilusión que la Iglesia reconociera oficialmente y cuanto antes, el martirio de las catorce Concepcionistas Mártires. Por eso parece que resultarían incompletas estas notas biográficas sobre las circunstancias de su martirio, si no informáramos sobre las gestiones que se han hecho para contemplarlas algún día adornadas con la au– reola de beatas y santas. 310

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