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Fueron días de gran sufrimiento y angustia para las religiosas, se sentían como atrapadas en una ratonera. Si continuaban en el convento, podían ser víctimas en cualquier momento de la violencia de los más exaltados, en cuyo caso no tendrían protección por parte del Ayunta– miento, que celebraba toda embestida contra el monasterio; ni tampoco, podían esperar mucho por parte de los vecinos, que temían a los violen– tos y no se atreverían a intervenir, a pesar de que la mayor parte sentían gran simpatía por las monjas. Tampoco podían salir del monasterio e irse a otra población o con su familia. Estaban constantemente vigiladas. Un intento de fuga podía provocar en la chusma una reacción de consecuencias imprevisibles. Esta situación desagradable de tensión e incertidumbre se prolongó hasta el 28 de agosto. En la mañana de este día, las religiosas recibieron orden del Ayuntamiento de abandonar el monasterio. El alcalde, movido sin duda por antipatía hacía las monjas, la tarde anterior hizo circular por el pueblo la orden de su inmediato desalojo para favorecer una manifes– tación hostil a las puertas del monasterio. La noticia puso efectivamente en movimiento a gran parte del pue– blo, unos acudieron a la hora de la salida de las monjas por curiosidad para ver a los misteriosos personajes que se alojaban en el vetusto case– rón y que jamás habían visto; otros, debidamente fogueados por sus lí– deres de izquierdas, acudieron deseosos de hacer a las religiosas objeto de sus insultos y burlas. Movida por esta doble intención, a la hora en que las monjas salieron del monasterio, había congregada mucha gente frente a la puerta. Auna indicación de la Madre, las religiosas se quitaron el hábito y vistieron su indumentaria de seglares. A continuación, D. Teógenes Díaz Corralejo, capellán del monasterio, reunió a la comunidad en la iglesia y entre todos consumieron el Santísimo, para evitar cualquier posible pro– fanación. Las religiosas se miraban unas a otras reflejando en sus rostros nerviosismo y angustia ante su futuro, incierto y preocupante. 297