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Sus contemporáneos dicen de ella que era una religiosa alta, buena moza, corpulenta y pelirroja. Estamos, por tanto, ante un buen ejemplar de mujer navarra, alta, de complexión fuerte, de pómulos y mentón algo pronunciados, ojos ligeramente hundidos, mejillas habitualmente sonro– sadas y de boca pequeña donde florecía una perpetua sonrisa. Tanto las religiosas como los seglares que la trataron, mencionan también un conjunto de valores personales, la describen como una reli– giosa sumamente sencilla, abierta, fácilmente accesible y cercana, con– fiada y cariñosa y cien por cien servicial. Sus diálogos resultaban sumamente amenos salpicados de numerosa ocurrencias. Sencillamente una persona cuya convivencia resultaba una verdadera delicia. A veces llevada de su natural sencillo y confiado, rayaba casi en lo irrespetuoso. Esto sobre todo lo podemos comprobar en sus cartas al superintendente de religiosas del arzobispado de Toledo. Citamos un ejemplo. La pobre abadesa de Escalona andaba siempre con el agua al cuello para reparar los desperfectos que se producían en el inmenso caserón del monasterio. Se veía obligada a realizar muchas obras y no tenía di– neros para financiarlas. En una de sus cartas en que expone al superin– tendente su angustiosa situación pecuniaria, se despacha con este párrafo fruto de su total y deliciosa confianza con el superintendente: "Una cosa le digo padre, y es que, cuando den alguna li– mosna, nos recuerde V. S. porque aquí en este rincón de Esca– lona estamos solas -aunque no de Dios- y no van a ser las limosnas sólo para las de la ciudad, también somos de la dió– cesis, lno es verdad? iCómo le hablo padre! Nada, me perece estoy hablando con mi verdadero padre, con toda sencillez y confianza". (ss¡ En cuanto a su vida de fe, Sor Mª de San José se relaciona con Dios como se relacionaba con las personas, con una fe sin fisuras, absoluta, pero da a su trato con Dios la misma naturalidad, sinceridad y salidas es– pontáneas que utiliza con la gente. Dos testimonios de sus cartas demues– tran cuanto acabamos de afirmar: 287

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