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Entre estas familias beneméritas hay que contar el matrimonio que acogió a la M. Inés y a su hermana Sor Mª del Carmen. De él y de la vida que llevaron las dos hermanas en su piso, hablaremos luego con más amplitud. Desde el día 26 de julio hasta el fin de la Guerra Civil, la Comunidad de El Pardo vivió la experiencia tensa e insegura de la Iglesia española en la clandestinidad o Iglesia de las "Catacumbas," como prefieren llamarla otros. A muchos miles de sacerdotes, religiosos y laicos católicos, atrapa– dos en las ciudades y tierras sometidas al dominio del Frente Popular, se les negaron los derechos más fundamentales de la persona y los milicianos andaban a la caza de ellos como se busca al asesino más peligroso. Esta historia de la Iglesia española del Silencio fue por otra parte enormemente rica en la vivencia de la fe y ejercicio de la caridad fraterna. iA qué estratagemas sumamente ingeniosas se recurría para poder parti– cipar en la Eucaristía, recibir la Sda. Comunión, confesarse, o cambiar de refugio cuando el que tenían era extremadamente peligroso! La Comunidad de Concepcionistas de El Pardo se mantuvo relati– vamente unida en aquella situación tan difícil y peligrosa, gracias sobre todo a los valientes servicios de la Hna. María de los Dolores Rodríguez, precisamente la religiosa profesa más joven de la Comunidad. Tuvo la suerte de ser acogida por una familia muy buena, que vi– vían en una calle de la ciudad donde no había gente sospechosa que espiara sus movimientos y pudiera crearle problemas. Sor Mª Dolores visitaba las casas donde estaban refugiadas las demás, les llevaba noticias de las otras, a veces resolvía algunos proble– mas, como el de la religiosa que quería cambiarse de casa porque se sen– tía vigilada, llevaba alimentos a las que andaban escasas y sobre todo facilitaba el modo de poder confesarse, participar en la Eucaristía algunos días o recibir la Sagrada Comunión; ella misma era a veces portadora de las Sagradas Formas. Con estos servicios hizo más llevadera la vida de sus compañeras sometidas a tanta tensión y privaciones. 257