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temperamento: "Conservaba siempre inalterable el estado de ánimo, aún en los momentos más delicados o tormentosos y difundía en la Comunidad una suave sonrisa, reflejo de la se– renidad de su alma". Penitencia expiatoria de Sor Inés. Los objetivos de la peni– tencia en Sor Inés no terminaban en la consecución de un cuerpo y una sensibilidad en armonía con los intereses del alma, sometió su cuerpo a heroica penitencia por otros motivos que rebasaban los in– tereses inmediatos de su persona. En páginas anteriores vimos que la oración de nuestra biografiada, tuvo una fuerte influencia francis– cana y que la espiritualidad de San Francisco fue predominantemente expiatoria. El Santo -como ya vimos- llevaba la imagen de su Señor despre– ciado y crucificado, profundamente gravada en el alma y en la memoria; por ello, su oración, su penitencia y la predicación tuvieron siempre un claro matiz de expiación, de voluntario crucificado. La Cruz y la Pasión del Señor fueron las principales inspiradoras de la oración y de la penitencia de Sor Inés. Influenciada por San Fran– cisco de Asís, cultivó siempre en su vida espiritual una actitud perma– nentes de desagravio a Jesús Crucificado por la no aceptación y claro rechazo de los hombres. Las religiosas contemporáneas suyas fueron testigos, lo acabamos de ver, sobre todo algunas, de cómo la oración y las penitencia estaban ínti– mamente relacionadas con la Cruz del Señor: "Muchas noches -dice una- se las pasaba en oración con los brazos en cruz, otras hacía la oración postrada y con los brazos extendidos sobre una cruz de madera". No hay duda que Sor Inés se valía de estos instrumentos de penitencia para mantener una idea más viva de la Pasión del Señor. Hay que decir que la situación por la que estaba pasando la socie– dad de su tiempo, era también para ella, una invitación permanente y fuerte para el cultivo espiritual de esta actitud expiatoria. Los hombres habían dado muerte a Jesucristo, el Dios de amor, y continuaban obser– vando con él un comportamiento desagradecido y bárbaro. Aunque es- 239