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La oración, como relación personal de Inés con el Señor en el con– vento, no fue una ruptura, ni algo sustancialmente distinto de lo que había cultivado en el pueblo. Fue sencillamente una relación más adulta, más asidua y comprometida. Los ratos ocasionales se transfor– maron en ejercicio diario en contactos más íntimos, en dedicación pre– ferente e ininterrumpida. Desde el noviciado y los primeros años de profesa, Sor Inés se en– trega a la oración, con constancia y tenacidad sorprendentes, movida por una observación que le hacía con frecuencia la maestra de novicias: "La novicia -solía decirlas- que abre a Dios su corazón sin reservas egoístas y se entrega generosa y constante a El, sienta las bases firmes de su futura vida religiosa, rica, gozosa e ilusionada. Los diálogos diarios llenos de dulzura con el Señor le harán fácil el cultivo intenso de las demás virtudes". Las mismas religiosas, sus compañeras, observaron este apasiona– miento de Sor Inés por la oración. Sor María de los Dolores, que fue su novicia afirma: "Era muy amante de la oración. No le bastaban las dos horas que a esta práctica destinaba la Regla, hurtaba tiempo al descanso de la noche para entregarse en la capilla y en la oscuridad de la noche a sus sabrosos diálogos con Jesús y disfrutar más con la cercanía y presencia del amado". Sor Inés de San José fue iniciada en la oración contemplativa según el método franciscano llamado "Oración de Recogimiento". Nos da base para esta afirmación el dato de que la legislación de las Concepcio– nistas por tanto, su espiritualidad, están fuertemente influenciadas por las Constituciones Franciscanas, esta influencia era más notoria en las con– cepcionistas de El Pardo, atendidas espiritualmente por los Capuchinos del Cristo; eran sus capellanes, directores de los días de retiro y sus pre– dicadores de Ejercicios espirituales. Lo que suele llamarse método franciscano de oración u "Oración de Recogimiento" en otra parte de este libro ya hemos hecho alusión a ello, arranca del mismo San Francisco. El Santo, no soñó ser autor de un método de oración, pero los discípulos inspirados en su forma de hacer oración elaboraron esta especie de método. 234
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