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Con su impresionante vivencia y fidelidad martirial a la fe, ellas nos han pasado un testamento que a veces quizás no nos atrevemos a abrir o pensamos que sobrepasa nuestra capacidad de respuesta al Señor por– que habla de fidelidad heroica, de fortaleza extraordinaria, de generosi– dad y valentía asombrosas. Sin embargo, el que quiera vivir hoy de verdad su identidad de seguidor de Jesús, deberá entrar por los caminos de amor, valentía, y generosidad que admiramos en ellas. Nosotros no vivimos, como en su caso, el ambiente de guerra, de persecución abierta, de violencia física y de máxima inseguridad perso– nal, pero, en España y el resto de los países de Occidente, existe hoy un clima social que pasa de la religión, la desprecia o la combate. Lo denun– ció el Papa en su discurso al IV Congreso Nacional de la Iglesia Italiana: "Se está produciendo -dijo en aquella ocasión Benedicto XVI– una nueva oleada de laicismo que arrastra a muchos a pensar que sólo sería razonablemente válido, lo experimentable y mensurable o lo que pueda ser construido por el hombre. Estos planteamien– tos les induce a considerar la libertad humana como un valor ab– soluto, al que todos los demás tendrían que someterse. < 6 > La Conferencia Episcopal Española, en su último documento: "Orientaciones morales ante la situación actual de España" ma– tiza algo el panorama religioso de Occidente esbozado por el Papa: "En nuestra sociedad española -afirman los Obispos- se intenta prescindir de Dios en la vida pública y la privada, en la valora– ción del mundo y en la idea que el hombre se forma de sí mismo en cuanto a su origen y termino de la existencia y en la valora– ción ética de las normas y objetivos de las actividades persona– les y sociales". < 7 > Benedicto XVI apunta, en el mismo discurso, las dificultades con– cretas para una actitud comprometida de la fe, inmersos en este clima socioreligioso enrarecido: "La fe en Dios -dice Benedicto XVI- resulta así más difícil, porque vivimos encerrados en un mundo que pa•• rece ser del todo obra humana y no ayuda a descubrir la pre-• sencia y la bondad de Dios creador y Padre". !B) 19