BCCCAP00000000000000000000446

y sigma colabdrando cciri ia abadesa cortio si nada hubiera ocurfltib 10 : Contrariedades dé ese género rio le faltárori, y de ello quedari huefüis en sus cuentas dé conciencia. Una diligiosa de sus dotes, puesta en edad tan tem– prana en cargos de tarita confianza; no podía me– nos de suscitar reacciones de celdtipia entre las de– más. No todas compartían el entüsiasi:no de sus ad– miradoras. Y no faltaron momeritos en que se in– tentó, como se dice, minarle el terreno. ' ' Recordando sus años dé vicaria y de füaestfa de jóvenes, menciona los muchos «encuentros» que tu– vo que padecer, por perrriisión divina. Dios sólo era testigo de sü aflicción interior: ~ndar, desahogán– qose o btiscándd _apoyo humano lb hubi~,ra consi– derado tina claudicación. Pero el hiismb Señor «se dignó -éscrÜ:ie~ poner corte y ~er nii deferlsdn>. Estando uria réligibsa, niuy espiritual, én oración, rogando con particular séntimientb pdr sbr María Angelá, oyó una voz: . -Siento iiiücho me ia tócjuérl. DíseÜ:, a ias qtie lo hacen. La buena reÜgidsa ctiip.plió ..dóciÍméfite lb qtie ella interpretó .como mandato diyino, y proydcó. ei1 la comm1idad el revuelo qtie sé deja entender (f 0 46v). '~ Declaración de sor María Ángela Molina en el pro– ceso: Traslado, fº l 7Ó. 46

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz