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miso, orientando a las hermanas hacia un culto y un amor creciente al Señor sacramentado. A ello quiso contribuir el comisario del santo Oficio, Nicolás Torrecilla, que ya conocemos, con un opúsculo espiritual, escrito en 1646. El autor se declara «siervo de la Exaltación del santísimo Sa– cramento», ba.io el nombre etimologizado de Eula– lia; dedica el escrito, en su estilo afectado, a la Ma– dre sor María Angela Astorch, «dos veces fundado– ra». El tratadito, que no es otra cosa que un resu– men de las tres vías del espíritu, con algunos afectos sobre las tres virtudes teologales, tuvo su origen, como lo dice el mismo Torrecilla, «en una conver– sación», en que oyó a la fervorosa abadesa desaho– gar sus «deseos grandes de perfección» 5 • «Quisiera ser la más fina amante» Seguía siendo lectora apasionada, y no sólo de libros espirituales. En 1654 cayó en sus manos una obra sobre el Anticristo 6 y la fue leyendo durante todo el adviento. «Cometí en esto una gran teme- 5 Empleos interiores y desahogos siguros, para la exe– cución de unos deseos grandes de mayor perfección, de Eulalia, siervo de la Exaltación del Santíssimo Sacramento. Que dedica el Licenciado Nicolás Torrecilla, Comissario del Santo Oficio, a la R. Madre Soror María Angela As– torch, dos vezes Fundadora, primero del Convento de Nues– tra Señ.ora de los Angeles en la Imperial Ciudad de Zara– goza, y agora del de la Exaltación del Santíssimo Sacra– mento en la Ciudad de Murcia de Madres Capuchinas. Con licencia. En Murcia, por Juan Fernández de Fuentes, Nota– rio del Santo Oficio. Año de 1'647. 4 ff s/n, 11 ff. La apro– bación del obispo lleva la fecha de 26 de septiembre de 1646. ' Muy probablemente se trata de la voluminosa obra en latín del dominico T. Maluenda, que tuvo gran difusión: De Antichristo. 2 vals. Roma 1604; Valencia 1611, 1621; Lyon 1647, 1648. 182