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aquel sueño. Cada vez le iba dando el Señor mayor seguridad de que ambos objetivos se lograrían, y no quedó defraudada esta vez su larga espera 2 • Ya en posesión de su ambicionada prebenda, mo– sén Alejo se presentó al obispo de Cartagena, a cuya jurisdicción pertenecía Murcia, y al cabildo o ayun– tamiento de esta ciudad, provisto de una larga sú– plica a nombre de su hiia espiritual, redactada cuando aún era ella abadesa 3 • El pliego entregado al corregidor llevaba este encabezamiento: RAZONES Y MOTIVOS QUE SE REPRESENTAN A LA MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD DE MURCIA, PARA QUE CONCEDA LICENCIA A LA REVERENDA MADRE SOR MARÍA ÁNGELA ASTORCH, ABADESA DEL CONVENTO DE MONJAS CAPUCHINAS DE LA CIUDAD DE ZARJ:\GOZA, NO SÓLO QUE FUNDE EN DICHA CIUDAD, SINO QUE TOME POR SU CUENTA EL ALCANZARLA DE SU MAJES– TAD EL REY NUESTRO SEÑOR Y DE LAS CORTES GE– NERALES ... En aquella época de queja general por el exceso de conventos, en medio de una población siempre en merma y con déficit rentario, se necesitaba valor ' Escritos, fº 73v, 94v, 95r, 97v, 106v, 110v, 115v, 120r, 132r, 140r, 149r. 3 Los datos que siguen y los documentos citados se hallan en un curioso opúsculo, escrito a los pocos meses por un testigo de excepción, comisario de la Inquisición de Murcia. Si bien se trata de un alarde de adulación al jefe, es de gran valor por su abundante información de primera mano: La primera y penitentissinia Religión de Madres Capuchinas en España, que describe el Licenciado Nicolás Torrecilla, comissario del Santo Oficio de la Inqui– sición de Murcia, y dedica al señor dar¡ Alexos de Boxadós y de Llull, doctor en ambos Derechos ..., fundador, patrón y confessor del religiosissimo convento de Madres Capu– chinas consagradas a la Exaltación del Santissimo Sacra– mento en la fidelissima ciudad de Murcia. En Murcia, por Juan Fernández de Fuentes, Notario del Santo Oficio. Año 1646, fº 9-14. 153