BCCCAP00000000000000000000446
Manera evangélica de buen gobierno Trató de hacer suya la imagen que santa Clara traza, en su Regla y en su Testamento, de la aba– desa: servidora y madre solícita de sus hermanas, expropiada para utilidad común. Ella misma ha dejado escrito su programa de gobierno, a tenor de los criterios formulados en un coloquio con su pa– dre espiritual, probablemente el prior del Pilar don Juan Domingo Briz, en 1635, es decir, en su tercer trienio de abadesa. El texto bíblico tomado como guía es la reco· mendación de san Pablo a Timoteo (2Tim 4,1-5). Te– niendo en cuenta que «no a todas lleva Dios por un camino», esforzarse por «·llevar a cada una al paso con que Dios la quiere hacer caminar». No «enfi· lar» a todas por el mismo carril. Para animarla a obrar con esa confianza en la docilidad de cada hermana a la acción de Dios, sin controles ni uni– formismos, el confesor le aseguraba de la acep– tación de que gozaba en la comunidad: _,Cierto, madre, que lo puede hacer con mucha facilidad, suavidad y dulzura, porque todas la aman de cor.azón; y así, págueselo con esto. Le agradaba ver en las súbditas -término éste que le repugnaba- la misma disposición que vimos tenía ella con sus confesores: «sujeción a ley de es- teza está confirmada por sus relaciones del 24 de julio, del mes de septiembre y del 21 de octubre (f° 24r, 25r, 26v, 27v, 28v). La cronología de sus cargos en Zaragoza está calculada según los datos que ella misma proporciona (fº 46r). De– sempeñó, por lo tanto, nueve años el de maestra de novi– cias, algo más de tres años el de vicaria y maestra de jó– venes, doce el de abadesa, siete el de vicaria entre un trie– nio y otro. 110
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz