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¡ ABBA ! ¿Cómo podremos hacer este largo itinerario hasta la casa del Padre?. El hombre dejado a sus solas fuerzas, es incapaz. Jesús el pionero de nues– tra fe, nos señaló el camino (Hebr. 12, 2) del ano– nadamiento, haciéndose semejante a los hombres hasta la muerte y muerte de cruz (Fil. 2, 7-8). "Tu– vo que asemejarse en todo a sus hermanos, para ser misericordioso" (Hebr. 2, 17). La muerte de Jesús en la cruz fue la mayor prueba de amor, porque con ella llegó al extremo de la solidaridad, asemejándose a todos los crucifi– cados de la tierra, también a nuestros hermanos del tercer mundo. Y ahí en la cruz es donde nos dice la fe que es– tá Dios, "el sin imagen": "Lo vimos sin figura, sin aspecto que pudiéramos estimar, despreciable y desecho de hombres, varón de dolores... " (Is. 53, 2-3). Es un Dios Menor, que en su pequeñez y de– bilidad .nos está revelando la fuerza de ese Dios Mayor e impredecible. Esa persona sin imagen es el que nos va a dar el Espíritu. "Cuando yo me vaya, les enviaré el Espíritu (Jn. 16, 7). -75-