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DESDE CARACAS Querido Leo: Paz y Bien. Hace 'tiempísimo' que no sé nada de tí. La última vez fue cuando es– tuviste enfermo. Después te graduaste. Yo conti– núo con tanto trabajo : clases, escribiendo, viajan– do ... que apenas puedo disfrutar de unos días de ocio para decir : voy a visitar a Leo. Antes teníamos ocasiones de hablar más. Echábamos grandes parrafadas sobre Dios. Tú me preguntabas muchas cosas. No todo lo veías cla– ro. Y a mí me ayudaba el tener que darte res– puesta, el explicarte de modo sencillo tus dudas, tus inquietudes. En ocasiones tenía que decirte : "No tengo res– puesta". Y tus ojos asombrados : "¿Entonces?" "Hay que seguir buscando, hay que meditar, hay que aceptar que no lo sabemos todo. Esa es también una postura inteligente". , Dios es misterio. No .~abemos mucho pero / rios fiamos de El. Por aquí va el camino de la f,g. Hoy quiero reanudar mi diálogo contigo. Me temo que esta carta va a resultar larga, porque sa- -7-