BCCCAP00000000000000000000444

LA VUELTA DEL HERMANO Tengo para mí que toda la espiritualidad cris– tiana se podría reducir a esta expresión: la vuelta del hermano. El pecado, todo pecado, tal vez se pueda redu– cir a negar al hermano. No reconocer su igualdad conmigo, no querer compartir con él, no darle la categoría de hijo de Dios. ¿Cómo quitar el pecado del mundo?. Permitiendo que el hermano vuelva a ser hermano. Entonces quedará restablecido el Reinado de Dios, se habrá conseguido el fin de la creación. El sacramento de la confesión no es algo mágico sino la recuperación de la comunión frater– na, eclesial. Estas ideas las encuentro expresadas en la pará– bola del hijo pródigo. Dicen que es una de las pa– rábolas más bellas de todo el Evangelio. Y Jesús la contó porque los fariseos murmuraban de él por la acogida que brindaba a los pecadores. Jesús con unos trazos negros enérgicos, descri– be al hijo menor: superficial, frívolo , despilfarra– dor, sexual, mal hijo... -66-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz