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PROLOGO He escrito una larga carta - larga por ser carta pero corta como libro - a un amigo real, y a través de él a otros muchos amigos y hermanos, con la buena voluntad de ofrecerles unos pensamientos sobre Dios que les ayuden a vivir la espiritualidad del Evangelio. Todo se podría reducir a dos afirmaciones: Dios es misericordioso; Dios es exigente. No como dos verdades discontinuas, sin relación, sino pro– fundamente implicadas. La exigencia de Dios bro– ta de su misericordia. El no sería exigente si no estuviese enamorado, y no estaría enamorado si no fuese exigente. El Evangelio es una invitación a la confianza, pero también a la fidelidad . El Papa Juan Pablo II cuando se reunió con los jóvenes venezolanos en el Estadio Olímpico de Caracas, el 28 de enero de ) 1985, les dijo muy claramente: "Buscad a Cristo y acogedlo. El es exigente, no se contenta con la mediocridad, no admite la indecisión". - 5-

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