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soy manso y humilde de corazón" (Mt. 11, 29). En cambio era proverbial su intransigencia frente ; . ' a los poderosos, los que imponen cargas pesadas / sobre los demás. El Jesús misericordioso es precisamente exi– gente porque es compasivo, Quien ve golpear injus– tamente a un niño o a una mujer, si se compadece de ellos reaccionará duramente contra el que gol– pea. S1 no se aíra contra el que abusa de su prepo– tencia, es que no tiene corazón. - Esta es la ambigüedad del Dios que nos revela Jesucristo. Algunos defienden una gracia "barata", Dios lo permite todo, lo perdona todo, y por eso se abusa de su bondad explotando a los pobres y a los indefensos. Insisten en la misericordia pero ol– vidan la justicia. Otros en cambio insisten en la justicia y olvidan la misericordia. Los escrupulosos se encuentran en– cerrados en esta concepción de Dios, y lo pasan realmente mal. Los de la gracia "barata" en el fondo son unos ilusos. Necesitan ser liberados de su religión, deben tomar conciencia que Dios reclama justicia y de– fiende a los pobres. La religión nunca será un asun– to privado, sino que nos exige jugarnos el tipo en favor de la hermandad, de la solidaridad. Lo social y lo político no es terreno neutral. -19-
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