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debamos llegar a la muerte llenos de vida, es decir, ofrendándole a la muerte, a manos llenas, todo lo que nuestro cuidado ha obtenido de la vida; y cuanto más nos aventajemos de ésta, menor es el im– perio de la muerte. Y de este modo se conjugan en la trama de la existencia humana el pasado y el futuro: que sólo es grave la muer– te del que no se aventajó en la vida, la muerte de quien era rico de futuro e incertidumbre; mientras que la vida rica de pasado, está ya tan bien ganada, que tan sólo le falta la muerte para acabar de cumplirse. La vida bien ganada tiene la muerte bien ganada» 11f.l. Si la vocación de la muerte es importante, mucho más lo es la vocación de la vida. De tal manera que toda la existencia humana es solamente respuesta a las llamadas de la vida. Esto es verdaderamente lo decisivo y prímero, pues, cuando empezamos a vivir, lo que nos llama es la vida misma con toda la amplitud y exuberancia de sus atracciones. No se trata de que nosotros valoremos de una u otra ma– nera la vida. «Se trata de que, constitutivamente, la vida se afuma a sí misma, sean cuales fueran nuestras opiniones sobre ella» 261 • In– cluso, la vída misma, independientemente de nuestras experiencias y de cómo la vivamos, tiene un valor en sí misma. La vida, pues, se afuma «radicada en el puro hecho de su existencia y organización y en la forma constante de desenvolvimiento» 262 • Tal desenvolvimiento nace de la estructura del hombre que cons– titutivamente (acto y potencia) se mantiene en tensión hacia el futuro que aún no tiene en su presente: «La tensión o impulso, que en latín se llama ímpetus, y en griego hormé, es precisamente la vocación vital: la vocación constitutiva del hombre» 263 • Según esta exposición, el hombre: l. No es pura potenda. En él se integran potencia y acto. El acto como realidad absoluta e irrenunciable marca su ley a través de la naturaleza, del cuerpo, y de los actos espirituales ya actualizados. Estas actualidades condicionan, limitan y encauzan al potencia y, con– siguientemente, la libertad no es un absoluto 264 • 2. La indeterminación de la potencia es relativa al presente, al ser actual, que es un absoluto. Precisamente la indeterminación, la 260. VH 9-10. 261. VH 40. 262. VH 41. 263. VH 40. Cf. 42-45. 264. Cf. VH 35-36, 273-274, 300. 96

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