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ciendo de un modo real y efectivo a sí mismo. En el acto de la op- . ción el hombre trasciende la limitación que entraña su condición de ser posible, al realizar una posibilidad suya. Esto requiere una poten– cia dinámica. La razón ilumina el camino, pero no es el motor de– cisivo, la fuerza interior, el élan que nos mueve durante el recorrido. Esta potencia es la hormé vocacional» 176. d) La situación vital El análisis de la temporalidad y la espacialidad del hombre no fina– liza con lamera determmación de su carácter cualitativo y subjetivo. Ellas también «implican una experiencia de relación intersubjetiva o transubjetiva en general. Cualesquiera que sean las determinaciones concretas del aquí y del ahora, ellas trascienden siempre el límite de lo que se suponía puramente subjetivo; la unidad de la expedencia abarca algo más que la vacía conciencia de la duración y que la ubica– ción neutral del sujeto en un espacio común e indiferente» 177 • Es decir, si la acción temporaliza y espacializa al sujeto en un aquí y en un ahora, las determinaciones espaciales y temporales tienen una doble referencia: a) Subjetiva: Porque se trata de contenidos concretos de una expe– riencia, que no es comprensible aparte o fuera de un sujeto que vive tal experiencia. b) Transubjetiva: Porque la experiencia no puede darse con las determinaciones espaciales y temporales sino en relación con algo ex– terno al sujeto que actúa, con una salida fuera de la pura subjetividad. Esta dimensión transubjetiva es lo que impide que el aquí y el ahora sean comprendidos como «formales» o «puros». Por ello, el sujeto que actúa debe ser considerado como «ser de relaciones vitales» 178 • Y la forma que toma la materia de la experiencia, «la forma real con que se organizan aquellas relaciones [las efectivas relaciones vitales del sujeto humano con todo lo que no es él], es lo que llamamos situación vital» r 79 _ 176. PSV 89. El tema de la «vocación» apenas está insinuado en la Psicología de las Situaciones Vitales. Lo desarrollará posteriormente en La vocación humana, La idea del hombre Metafísica de la expresión. Baste aquí indicar que de la misma manera que llamamos al hombre «ser de relaciones vitales» podemos también denominarlo «constitu– tivamente el ser de la vocación» (PSV 103, nota 17). 177. PSV 92-93. 178. PSV 90. 179. PSV 70. 74

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