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Otra razón fue la modernidad de su pensamiento. Si un examen somero de sus obras puede producir la impresión de que sus investiga– ciones filosóficas se centran en la antigüedad griega, tal impresión es falsa. Todos sus estudios buscan la raíz de un hombre que ha sido profundamente afectado por las doctrinas historicistas. Su reflexión retorna continuamente a los primeros momentos de la filosofía occiden– tal, porque E. Nicol tiene el convencimiento de que las cuestiones planteadas p~ la especulación griega han estado siempre pre– sentes en la filosofía, habiendo llegado a nosotros transformadas, cam– biadas, continuamente interpeladas, con unas preguntas ·que ·necesitan la novedad de una respuesta actual. Es, asimismo, sugerente que E. Nicol sea el más importante defen– sor de la existencia de una «Escuela de Barcelona'», contrapuesta, en alguna manera, a la «Escuela de Madrid», con una tradición filosófica propia. También es otra razón la coherencia y continuidad de pensamiento que ofrece E. Nicol. Eduardo Nicol nació en Barcelona en 1907 2 • Cursó sus primeros estudios en las «Ecoles Catalanes» de la plaza del Padró, dirigidas por Lluis Torres. A partir de 1928 comienza sus estudios superiores en la Universidad de Barcelona, sÍendo alumno de Serra Hunter, Joa– quín Xirau, Tomás Carreras Artau, Pedro Font y Puig, y condiscípulo de Amalia Tineo y Juan Roura. 2. Los datos biográficos de E. Nicol han sido entresacados de los siguientes autores y obras: J. L. ABELLÁN, Filosofía española en América (1936-1966), Madrid 1967, 80; M. ANDUJAR, El exilio español de 1939. III: Revistas, Pensamiento, Educación, Madrid 1976, 23, 30, 66; F. ALVAREZ PALACIOS, Novela y cultura espaiíola de postguerra, Madrid 1975, 323-324; J. FERRATER MoRA, Diccionario de filosofía, Madrid, 5.ª ed. en «Alianza Diccionarios» 1984, 2.352; A. GuY, Los filósofos españoles de ayer y de hoy, Buenos Aires 1966, 215, 303-304; lo., Historia de la filosofía española, Barcelona 1985, 354-356; A. LóPEZ QuINTÁS, Filosofía española contemporánea, Madrid 1970, 452; S. SARTI, Pano– rama della filosofía ispanoamericana, Milano 1976, 511-512; J. C. ToRCHIA ESTRADA, Eduar– do Nícol y la idea del hombre, en C~trsos y conferencias, Buenos Aires 1953, 365-373. Tienen menor importancia, aunque también aportan algunos datos las obras de los siguien– tes autores que citamos én la bibliografía: E . Díaz, .F. Larroyo, R. Maliandi, A. Muñoz Alonso, C. Sáenz de la Calzada, G. Vargas Lozano, L. Zea. También hay datos repartidos en algunas de las obras del propio E. Nicol, como La idea ·del hombre, México 1946, 10-11; El problema de la filosofía hispánica, Madrid 1961, 179-205; La vocación humana, México 1953, 46, 63, 166, 195; The relttrn to Metaphysics, en Philosophy a.nd Phenomenological Research 22 (1961) 26; etc.
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