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La adaptación misionera de mons. Massaia aprobación de la S. Congregación, cosa que creemos no se pudo llevar a cabo por los azares de la persecución 92 . En cuanto al rito etiópico-alejandrino, propio también del clero católico indígena, solo existía un formulario para la administración del bautismo y una colección de 14 misas, que mons. De Jacobis comenzó a expurgar y co– rregir, para asegurar al menos la validez del sacramento eucarístico; para la administración de los demás sacramentos adoptó el ritual latino traducién– dolo en ge'ez (lengua ritual o sagrada). Esta norma o compromiso fueron seguidos tanto en el vicariato de Abisinia como en la prefectura apostólica de Eritrea, incluso después de la decisión del 3 de febrero de 1895 de la S. Congregación de Propaganda para los asuntos del rito oriental 93 • Monseñor Massaia, que siempre se glorió de haber hecho su noviciado misio– nero al lado del beato Giustino De Jacobis los años 1846-1849, siguió su mismo método de adaptación, acondicionándolo, claro está, a las exigencias específicas de su misión entre los gallas paganos, de las más extrañas ideas religiosas y éticas: fetichismo, magia, sincretismo cultual pagano, cristiano y musulmán 94 . Al principio fue más bien largo en admitir al bautismo, an– sioso de formar comunidades compactas ante la posible invasión del ejército de Teuodrós, y tras él, del clero monofisita; pero ante los resultados negativos optó por una instrucción previa, detenida y profunda, basada no en la apolo– gética ni en la exposición especulativa de los dogmas, sino en la aplicación práctica de las verdades y de la moral cristianas 95 • Con este fin compuso un catecismo que envió a la Congregación para su aprobación, antes de ser traducido al oromo; el revisor Perrone dio un vistazo y aconsejó que más bien se tradujera el catecismo de Belarmino 96 • Para la resolución de casos más arduos, sobre todo los que rozaban el derecho canónico, procuró obtener de la S. Sede amplísimas facultades, cuya 92 se vol. 5 f. 131 srv. 93 La Congregación pidió también el voto del card. Massaia. Sobre esta cuestión del rito en el vicariato apostólico de Abisinia en la prefectura de Eritrea véase Metodio da Nernbro 361-396. Sobre Massaia rito etiópico cf. G. Massaia X 43--49. 94 Mons. Massaia esbozó su ._,._,u-.nv,srn misionera en Ricordi ai suoi missionari (Gualá24desetiembrede 1 SCvol. 5 f. 1335'-1336ªv; G. Farina 95-98; la cionó en sus Istruzioni fatte in sínodo peri missionari europei del 16 de marzo de 1854: SC vol. 6 f. 308'-327V, donde se especifica y se resuelve roda la problemática de la misión galla. Sobre la metodología misional massaiana, véanse: Enrico da S. Giacomo Po, Metodología missionaria nelle memorie e scritti del card. G. Massaia (Roma 1959); Metodio da Dottrina missionologica del card. Massaia. In: Euntes Docete XV (1962) 140-150; Lino da Mesero, Guglielmo Massaia, il leggen– dario Abuna Messias. In: Idem, Maestri di vita missionaria (Milano 1963) 27-60. 95 Carta del 21 de noviembre de 1853 a Propaganda: SC vol. 5 f. 684'-685v; G. Farina 175-177; E. l,,fartire 284-286. Cf. G. Massaia III 12-14. 96 Véase el comentario humorístico-sarcástico de Massaia en VIII 42 s. 361

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