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La Prefectura de Kafa y la región más prometedora de la misión galla; pero rnons. Massaia resolvió la situación pidiendo un coadjutor, que se encargaría de la misión en Kafa 71 • Con la instalación forzada de rnons. Massaia en el Shoa al lado de Menelik, el territorio podía considerarse corno virtualmente del vicariato de los Gal– las 72 • En 1900 el superior de la misión lazarista J. B. Coulbeaux, buscando una expansión hacia el sur y ante el hecho de que la sede del vicariato de los Gallas se había trasladado a Harar, presentó a la Congregación los dere– chos de su misión sobre Addis Abeba, capital del imperio. La Congregación, en la sesión general del 6 de mayo de 1901, sin tornar una resolución definitiva, permitió que los lazaristas se ocuparan provisoriamente de aquel distrito. El 15 de julio siguiente volvió a estudiarse el asunto, y se resolvió que el superior lazarista y mons. Jarosseau, vicario apostólico de los Gallas, llegaran a un acuerdo amistoso; no habiéndose logrado éste, la Congregación (la de los asuntos del rito oriental) en la sesión del 12 de marzo de 1906 decidió que los confines entre ambos vicariatos fueran trazados de modo que Addis Abeba y sus alrededores quedaran asignados al vicariato de los Gallas 73 • De este modo casi todo el Shoa pasó a ser territorio de dicho vicariato. La prometedora misión del Kafa, sin capuchinos desde 1879 (excepto el inter– valo de 1Omeses en 1902-1903 )74, atrajo la atención de los misioneros de la Consolara, establecidos en Kenya, pero que deseaban reanudar y continuar el apostolado en el mismo campo del piamontés mons. Massaia. El 29 de agosto de 1900, mons. Jarosseau, en su visita al fundador del Instituto Giu– seppe Allarnano en Turín, debidamente autorizado, le concedió el entrante 71 En realidad pedía dos en su carta del 28 de junio de 1854, y uno en la del 8 de noviembre de 1855: SC vol. 5 f. 829·-832\ 1220•-1232v; G.Farina 179-184, 189-192; E. Martire 287-291, 295-298. Con breve del 3 de enero de 1856 le fue concedido a mons. Massaia elegirse él mismo un coadjutor con derecho a sucesión: Brcvi año 1856 f. 15; R. De Martinis, Iuris Pontificii vol. I (Romae 1894) 247. Eligió al P. Felicis– simo Coccino da Cortemiglia, a quien consagró el 3 de mayo de 1859: G. Massaia IV 106, 194; G. Farina 258-261; E. Martire 347-349. 72 La S. Congregación, enterada en 1875 por el vicario apostólico de Abisinia del deseo de mons. Massaia de extender su jurisdicción a todo el Shoa, escribió a éste haciéndole saber que no se podía aceptar su petición: Lettere vol. 371 (1875) f. 929'v. 73 Cf. Analecta O. F. M. Cap. XXII (1906) 276. 74 Sobre el apostolado capuchino en Kafa, cf. A. Jarosseau, Descriptio physica et historica Regni Kaffa (en francés). In: Analecta O. F. M. Cap. XXII (1906) 5-15, 42-54, 74 s; Idem, L'apostolat catholique au Kafa (Éthiopie) de 1861 a 1912. In: Rev. Hist. Míssions IX (1932) 94-101. Véase también: Analecta cit. XIX (1903) 66-70, 105-107, 298-303, XX (1904) 10 s, XXI (1905) 151--154; A. Jarosseau, Précis histori– que et chronologique des principaux évenements depuis la fondation de la Mission des Gallas (1846). In: Analecta cit. XLIII (1927) 135 s, 149-156, 164-168, 196-205, 234-240, 288-293, XLIV (1928) 93-104, 259-275; G. van Winsen, Les débuts de la mission au Kafa dans la tradition des indigenes d'apres un rapport de Paul Limousin, lazariste. In: Neue Zeitschrift für Missionswissenschaft XVI (Schoneck/Beckenried 1960) 178-185. 357

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