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Las problemas de la Misión de Etiopía Ya en 1849 mons. Massaia había sugerido a De J acobis se le cediera el Shoa; éste estaba de acuerdo, pero quería la aprobación de Roma 65 . En la relación del 31 de agosto de 1850, escrita en Roma misma, mons. Massaia, para resol– ver la cuestión, proponía que mons. De Jacobis, ya obispo titular de Nilópo– lis, fuera promovido a un grado jerárquico superior y que se le dieran al menos cinco coadjutores, según los territorios; él estaba dispuesto a declararse coad– jutor en el Shoa y demás países gallas 66 . La Congregación no accedió a este plan. El 7 de abril de 1857 el procurador general de los lazaristas presentó un proyecto para dirimir ciertos penosos desacuerdos entre mons. De J acobis y su coadjutor L. Bíancherí que dirigía arbitrariamente la misión entre los Bogos: dividir el vicaríato en dos, dando a Biancheri el territorio eritreo y a De Jacobis el abisinio con sede en Massaua. Aunque todos los misioneros parecían estar de acuerdo 67 , la Congregación en base a las quejas siempre en aumento contra mons. Biancheri, determinó que no se hablara más de este asunto 6 8 . Con la creación (6 enero de 1862) de la« Sacra Congregatio de Propaganda Fide pro negotiis ritus orientalis ,,, sección autónoma en el seno de la Congre– gación y futura Congregación para la Iglesia oriental (1917), el vicariato apostólico de Abisinia pasó a depender de esta nueva Congregación; desde esta fecha no entra en nuestro estudio 69 . Lo mismo la prefectura apostólica de Eritrea, creada el 13 de setiembre de 1894, y encomendada, por razones políticas de la ocupación italiana, a los capuchinos de la provincia romana 70 ; con la pérdida del territorio eritreo, donde se había refugiado la misión de Abisinia, a cargo de lazaristas franceses desde 1862, el vicariato apostólico de Abisinia tuvo que comenzar a reorganizarse desde cero en 1898. También en el vicariato apostólico de los Gallas surgió el problema de una división, siendo el reino de Kafa étnica y políticamente diverso del de Shoa, 65 SC vol. 5 f. 16rv. 66 Ibid. f. 299r_307r, 325rv. 67 Véanse las respuestas separadas de De J acobis, L. Biancheri y G. Stella ibid. vol. 5/2 f. 1294r-1295V, 1303', 1311'-1312r. 68 Lettere vol. 348 (1857) f. 525. Véanse las durísimas palabras de la carta del 29 julio 1857 de mons. De Jacobis a Propaganda contra el modo de obrar de Biancheri y de Stella y contra las relaciones de G. Sapeto ~ immensamente sospette ": SC vol. 5/2 f. 131 Srv. Más despiadadas aun las acusaciones contra Biancheri y Stella por parte del vicecónsul francés en Massaua Ch. Beillard (25 abril y 5 agosto de 1857): Rev. Hist. Missions XVI (1939) 606-612, XVII (1940) 34 s. Tanto Stella como Sapeto deja– ron la misión y la congregación. 69 De hecho, las ponencias de las sesiones generales dedicadas al vicariato de Abisinia en los años 1869, 1888, 1895, 1901 y 1906 y a la prefectura apostólica de Eritrea en 1906 y 1911, inventariadas en el registro« Ponenze ", no existen en los volúmenes de Acta; sin duda serían trasladadas al archivo de la S. Congregación para la Iglesia Oriental. 70 Elevada a vicariato apostólico el 11 de febrero de 1911. Véase el exhaustivo estudio de Metodio da Nembro. 356

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